Hay tantas noticias negativas en el mundo, que cuando conocemos algo positivo vale la pena resaltarlo. Por eso, una creativa forma de expresar los sentimientos se ha convertido en un atractivo turístico en Japón.
¿Cuándo fue la última vez que usaste lápiz y papel para escribir una carta? Muchos dicen que usan los emails o que no tienen a nadie a quién escribir.
En la isla de Awashima una oficina de correos abrió sus puertas en octubre de 2013. Desde entonces esta oficina ha atraído a muchas personas de todo Japón y otros países.
Las personas dejan allí sus cartas, y todas estas tienen algo en común: su destinatario es “desconocido”. Son cartas dirigidas a un familiar fallecido, un niño no nacido, una mascota perdida, un yo futuro o a cualquier persona de la que no tengas ya la dirección. Los visitantes pueden leer las cartas escritas por otras personas.
La oficina de correos se ha convertido en una gran atracción en la isla para asomarnos a la vida y emociones de otras personas.
Quizás porque la gente sabe que estas cartas nunca llegarán a sus destinatarios, estas cartas están escritas con más libertad y sinceridad. Quizás también por este motivo las cartas tocan la fibra sensible de sus lectores.
Aquí puedes leer algunas:
A mi futuro yo:
¿Cómo va el fútbol? Has llegado ya a los Mundiales? ¿ has logrado ir a un restaurante de sushi sin esas cintas transportadoras de sushi? Lleva a papá y mamá de vez en cuando también. Seguramente papá pedirá lo más barato del menú, así que asegúrate de pedirle el sushi caro.
A mi queridísimo esposo:
Desde que te fuiste he estado llorando todos los días. Me di cuenta que habías arreglado todos los papeles para que no me preocupara. Junté las manos y recé frente al altar. Luego lloré. Entre tus cosas encontré una carta de amor tuya dirigida a mí, escrita con tinta dentro de un gran cuaderno. Me hizo tan feliz encontrarla 65 años después. Estoy tan contenta de que tus sentimientos sean los mismos ahora que al principio. Ojalá podamos encontrarnos de nuevo en la otra vida. Guardo tu cuaderno dentro de mi cama envuelto en tela púrpura.
Para ti, que tendrás 60 años el año que viene:
Quería casarme contigo! Quería ser tu mujer y pasar mi vida contigo. Pero no pude casarme contigo por tu familia. Nos separaron y yo lloré y lloré. Pero seguí con mi vida. Y aunque han pasado 30 años de aquello, aún no he podido olvidarte. Te quiero. Nunca nos volveremos a ver pero mis sentimientos nunca cambiarán y estarán guardados en el fondo de mi corazón.
A mi hermana mayor en el cielo:
Querida hermana, hace 19 años que te fuiste al cielo. Este año cumplo 28. Mamá y papá están bien. No fue nada fácil aceptar tu muerte. ¿Pero sabes qué? !Mamá y papá fueron muy fuertes. Miraron hacia adelante y siguieron sus vidas. Yo estoy aquí gracias a papá y mamá por como fueron. Estoy muy contenta con mi vida. Seguiré viviendo como a ti te hubiera gustado vivir, y seré una buena hija. Así que no te olvides de vigilarme. Cuando en unos años llegue donde tú estés, por favor, dame un fuerte abrazo. Te quiero! Tu hermanita.
A mi futura hija:
¿Dónde estás? ¿Vendrás pronto? Tenemos muchas ganas de conocerte. Cuando te tengamos, te cuidaremos y protegeremos como a un tesoro. Cuando nazcas queremos jugar y viajar contigo. Hay tantas cosas que queremos hacer contigo. !Muchas cosas divertidas te esperan así que date prisa.
Mucha gente guarda pensamientos y sentimientos que quieren contar a alguien con quien ya no pueden contactar. Esta oficina de correos especial sirve para sacar afuera los sentimiento.
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Fuente: japonandmore.com
