Si bien es cierto que con la creación de la Ley 01-12 sobre Estrategia Nacional de Desarrollo hacia el 2030, destinada a la transformación de un mejor País a largo plazo, se pretendía hacer cambios radicales a ese modelo económico vigente desde las décadas de los 70, que indudablemente resultarían favorables a la economía nacional y a mejorar la calidad de vida de la población dominicana, no es menos cierto que en sus 5 años de vigencia esta ley no ha sido aplicada por el Estado, quien es el encargado de diseñar y ejecutar las Políticas Públicas, resultando ser esta pieza legal otro pedazo de papel en nuestro ordenamiento Jurídico, y es que parecería ser que las prioridades de nuestros gobernantes, lejos de ser en favor de Desarrollo Social y Económico del País, es beneficiarse a sí mismo de sus funciones y luchar a toda costa por mantenerse en el poder.
“No es posible pretender alcanzar un desarrollo económico sostenible cuando quienes gobiernan la nación, se pasan los 4 años del periodo gubernamental planificando las próximas elecciones, en vez de aprovechar ese tiempo para implementar y hacer cumplir el plan de estrategias de desarrollo nacional, encaminado a reducir la pobreza de los Dominicanos”.
Los pilares sobre los cuales se sustenta la economía dominicana, descansan en La agricultura,el comercio exterior, los servicios, la industria y el turismo, sin embargo, existe mucha deficiencia e ineficacia en la explotación de esos recursos y servicios que no nos permiten aprovechar al máximo los beneficios que de ellos pudieran resultar. En el País la actividad turística generamás de US$4.000 millones al añopor concepto de los servicios de hotelería y turismo ofrecidos a extranjeros y nacionales que vacacionan en esos establecimientos comerciales, sin embargo esas riquezas económicas provenientes de la actividad turística en el País, no tienen una repercusión significativa en la economía nacional, debido a que una gran parte de corporaciones y empresas hoteleras que operan en el País, son propiedad de inversionistas extranjeros y por consiguiente, los ingresos económicos, en gran parte, retornan a sus Países de origen.
Otra de las realidades que afecta la economía dominicana y que requiere la atención del Estado es que de las exportaciones de bienes y servicios en la Republica Dominicana, un 40% por ciento son exportaciones nacionales, mientras que un 60% son exportaciones de las zonas francas, y como los propietarios de las zonas francas son inversionistas extranjeros, esos ingresos económicos son enviados a su país de origen.
Lo cierto es, que si el Gobierno Dominicano realmente quiere que el país avance hacia el progreso y no al retroceso, debe comenzar a resolver desde ya algunos de los problemas que hemos venido arrastrando desde siempre, pero que si tienen soluciones. No se puede solucionar todo de la noche a la mañana, pero hay que comenzar dando respuestas a temas fundamentales como los mencionados a continuación:
1) Mejorar considerablemente los salarios de la población. Ilógico seria pensar que se sacaría el País de la pobreza cuando sus ciudadanos devengan un salario mísero que ni siquiera alcanza para cubrir los costos de la canasta básica familiar.
2) Mejorar la calidad Educativa en el País. Los factores de la producción son la tierra, el capital y el trabajo, sin embargo los tiempos han cambiado, tanto así, que hoy en día se dice que el principal factor de producción es el conocimiento, mientras más y mejor educada este la población, tendremos más productividad y competitividad en comparación con otros Países.
3) Resolver de una vez por toda la deficiencia de los servicios de atención a la Salud. Con la aprobación en el año 2001, de la Ley 42-01 que regula todas las acciones que permiten al Estado hacer efectivo el derecho a la salud y la Ley 87-01 que establece los fundamentos para el desarrollo de un sistema de protección social, se pretendía hacer valer un derecho fundamental de cada dominicano consagrado en nuestra constitución, que es el Derecho a la salud, sin embargo a pesar de que cada dominicano paga altos impuestos al Estado, este no es capaz ni siquiera de garantizarun servicio de salud gratuito y efectivo a cada Dominicano, es una vergüenza que se estén produciendo casos en los que algunas personas, por no tener un seguro médico o porque el mismo no cubre tal o cual servicio, se encuentren en riego de perder la vida.
4) Más que aumentar la inversión extranjera, balancearla con la inversión nacional para que la mayor parte de ingresos se quede en el territorio Dominicano y no enel País del inversionista extranjero que sea propietario de esos establecimientos turísticos.
5) Respaldar e impulsarla Agricultura, como medio más importante de producción y generador de riquezas. Estabilizar la exportación extranjera al compás con la importación, no es posible que aunque el país produzca de manera suficiente para abastecer el mercado nacional, los niveles de importación de productos estén por encima de los niveles de exportación.
6) Invertir más presupuesto en la reducción del déficit habitacional.Resulta inaceptable que siendo este uno de los países del caribe que en los últimos años ha experimentado mayor crecimiento económico, el 71% de la población no tenga una vivienda digna, según lo expone la revista digital PlayGroup. El gobierno debe destinar más recursos para la creación de proyectos habitacionales, iniciativa que será crucial para reducir la pobreza en la Republica Dominicana.
Ahora, es momento de reflexionar y recapacitar, de medir a que distancia nos encontramos de lograr ese desarrollo que nos beneficie a todos como País, y no solo a los funcionarios que ostentan cargos en la administración pública. Un crecimiento económico que no solo se visualice en los informes de economía presentados por el banco central, sino que también se traduzca en la reducción del desempleo, en el mejoramiento de los servicios de electricidad, salud y educación, de la lucha contra la delincuencia, en fin, un crecimiento económico que se refleje en la calidad de vida de toda la Población.
Como País en sub-desarrollo, contamos con las herramientas legales y también con los recursos de producción de bienes y servicios para fortalecer nuestro modelo económico, pero para ello hace falta voluntad Política, que el gobierno trabaje por y para el pueblo, de manera que este pueda recuperar la confianza de los ciudadanos que en estos momentos se encuentra en deterioro.
Por otro lado, se necesita una oposición políticafirme y unificada que realmente represente los intereses del Pueblo, no solo con críticas, sino con buenas propuestas, y que frente a los excesos del poder, la corrupción y la impunidad, presione con manos duras al gobierno y las instituciones del Estado para lograr un contrapeso de forma que algún día la población los pudiera percibir como una opción de poder, porque cuando los partidos tradicionales no sintonizan con las necesidades del pueblo, los ciudadanos acuden a opciones alternativas, y la Marcha Verde es una de esas opciones.
Jean Cristofer Pérez
Estudiante de Derecho y Dirigente Social.
