La primera institución privada holandesa dedicada a la eutanasia, Levenseindekliniek, (en español La Clínica para Morir), lleva un año abierta y tiene ya una lista de espera de 200 personas.
Según publica hoy el diario español El País, en 12 meses, el centro ya ha recibido 714 peticiones, de las que 104 se han concretado.
En Holanda, la ley de eutanasia entró en vigor en el año 2002, y en 2011, según los últimos datos, en el sector estatal se facilitó la muerte de 3.695 pacientes, en su mayoría con dolencias físicas (sobre todo cáncer, enfermedades circulatorias y de corazón) y trastornos neurológicos.
Allí, las solicitudes por problemas mentales, amparados también en la norma, son pocas. Sin embargo, en La Clínica para Morir, se han registrado muchas más en este apartado. Según el matutino madrileño, entre un 70% y un 80% de los pacientes reflejaba diversos grados de demencia. En un tercio había padecimientos psiquiátricos.
Fue en enero que se realizó la primera eutanasia privada en este grupo.
En los centros públicos, solo en 2011 se practicó la eutanasia a 13 pacientes con problemas psiquiátricos y 49 con depresión, a menudo derivada de una demencia incipiente. Un caso destaca por su dureza: el de una mujer que padeció anorexia durante 30 años. Tratada sin éxito con todos los medios conocidos, pidió morir durante cinco años seguidos. Cuando los especialistas no pudieron ofrecerle más, su psiquiatra dio el consentimiento.
Para evitar problemas legales, La Clínica para Morir acepta tan solo a pacientes rechazados por su médico personal.
El centro, que subsiste con donaciones privadas, no da abasto. Tiene 17 expertos itinerantes y esperan crecer este año hasta los 35 o 40 equipos.
Tanto el sector estatal como la clínica Levenseindekliniek practican la eutanasia de forma gratuita de acuerdo con la ley.
En Holanda, la eutanasia está permitida a partir de los 16 años, involucrando a los padres en la decisión. Entre los 12 y los 16 los menores pueden solicitarla, pero es necesario el consentimiento paterno. En el caso de bebés, existe un protocolo (llamado de Groningen, elaborado en 2003) que obliga a confirmar que el recién nacido está sentenciado y con grandes dolores. Los padres autorizan.
Fuente: El País Digitalhttp://www.elpais.com.uy/130318/ultmo-703435/ultimomomento/primer-centro-privado-de-eutanasia-tiene-lista-de-espera/