Hay muchas cosas en la tierra, y en el universo mismo, que nisiquiera los más avanzados y dedicados científicos conocen.
Sin embargo, recientemente el hallazgo de una gran cantidad de terreno ha llevado a muchos expertos a considerarlo un nuevo continente.
Nueva Zelanda es un país muy pequeño que, sin embargo, alberga cosas maravillosas: en su territorio podemos disfrutar de todas las geografías imaginables, desde playas turquesas y montañas nevadas. Incluso aquí existe el topónimo más largo del mundo: Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukapikimaungahoronukupokaiwhenuakitanatahu. Un término maorí de difícil pronunciación para una colina situada al sur del país.
Nueva Zelanda, además, ahora podría fomar de un nuevo continente, además de los seis que ya conocemos: Zealandia.
¿Por qué un nuevo continente?
Un grupo de geólogos asegura que se encuentra sumergido en el suroeste del Océano Pacífico, una amplísima extensión de terreno bajo el agua de la que sobresalen Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y otras islas, y que tiene entidad suficiente para ser considerada una masa continental separada.
Casi todo este nuevo continente estará sumergido, pero cumple con los requisitos para considerarlo como tal: cumple con todos los criterios aplicados a los otros continentes, como la elevación del terreno por encima de los alrededores, una geología distintiva, un área bien definida y una corteza más gruesa que la que se encuentra en el fondo del océano.
Fuente: www.xatakaciencia.com