La soledad: aprende a observarla de forma saludable

 
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A todos nos da miedo la soledad. Es natural, dado que se nos ha diseñado para vivir en sociedad, con compañía, en constante interacción unos con otros. Nos pasamos la vida estableciendo relaciones de todo tipo y necesitamos hacerlo, porque sin relacionarnos con los demás seríamos incapaces de sobrevivir.

La soledad: aprende a observarla de forma saludable

Autor: Rafael San Román, En: nosotras.com, 11 de agosto de 2015

Hay relaciones que son más importantes, por ejemplo las que forjamos con nuestros familiares más directos, con nuestros amigos y, por supuesto, las relaciones de pareja. A menudo estos vínculos nos generan problemas, conflictos y dificultades. En esas ocasiones puede hacerse necesario que las relaciones se rompan o “relajen” sus exigencias, para que no acaben resultando asfixiantes.

De hecho, se da el caso de que cierto grado de distanciamiento respecto a algunas de nuestras relaciones, incluso interrumpirlas del todo, es justo lo que hace falta para que podamos seguir creciendo y encontremos la manera de ejercer nuestra autonomía. En los peores casos, la distancia es lo único que nos permite sobrevivir.

Alejarse, renunciar a continuar una relación o abandonar el deseo de estar con alguien puede resultar muy difícil, ya que el miedo a la soledad es una especie de Pepito Grillo ancestral que nos previene insistentemente antes de “romper” con alguien. Ese mismo miedo también puede impulsarnos a buscar a una persona con quien estar, aunque sea desesperadamente.

En el otro extremo está la negativa sistemática a fomentar una relación de pareja, por ejemplo, precisamente por ese miedo a lo que viene a continuación de que esa relación acabe, si llega el caso. Preferimos una soledad que conocemos muy bien, aunque la odiemos, antes que experimentar el dolor de la pérdida o exponernos a que nos rechacen.

Esta última actitud puede beneficiarnos en algunos momentos, dado que nos permitirá no conformarnos con relaciones vacías e insatisfactorias que lo único que nos proporcionan es hacer que no nos sintamos solos.

Otras veces debemos estar vigilantes para que esta manera de proceder no se vuelva rígida y nos impida entablar relaciones que, acaben o no, pueden construirnos como personas y llegar a hacernos muy felices.

Sería terrible ir por la vida negándose a vincularnos a alguien solo porque la soledad que conocemos es más cómoda que el desafío de crear algo junto a una persona con la que comprometernos a vivir aventuras aún desconocidas.

El miedo, como cualquier otra emoción, tiene una función relacionada con la supervivencia. En este caso, esa función tan útil es protegernos de los peligros y sujetar las riendas de nuestra temeridad. En otras palabras: el miedo, incluido el miedo a la soledad, está ahí para evitar que nos metamos en líos.

Sin embargo, no siempre es necesario tener miedo, por muy útil que sea. Aprender a identificar cuándo hay que dejar de lado nuestros miedos inservibles y arriesgarnos a vivir el misterio de una relación es un indicador de sabiduría que a cualquier persona le conviene entrenar. No importa si luego nos equivocamos, se acaba o decidimos que no nos ha merecido la pena.

Como de costumbre, los matices a diferenciar son muy sutiles. Elegir no vivir algo por prudencia y basándonos en un autoconocimiento que nos dice que ciertas cosas ya no nos merecen la pena y podemos ahorrárnoslas está muy bien. Dejarnos paralizar por nuestro miedo a vivir y disfrazarlo de de pereza y frialdad nos condena a largo plazo al aislamiento y nos escamotea experiencias vitales que, quizá, podrían llegar a ser muy enriquecedoras.

Ahí está la tarea. No se trata solo de aprender a convivir con la soledad, sino de encontrar la manera de aplacarla que más aporte a nuestro crecimiento personal, tanto si ese camino incluye a otra persona como si consiste en continuar solos de una manera saludable.

Rafael San Román, es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, terapeuta especializado en counselling y terapias de tercera generación, formador en talleres sobre duelo y pérdidas y autor del blog Psicoduelo.

Publicado en:

http://www.nosotras.com/salud/la-soledad-saludable-482402


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Es saludable la soledad?

Cultivar y practicar la soledad ocasional es una forma saludable y espontánea de vida que arroja muchos beneficios.

México, D.F (Sun-AEE).- Muchas personas temen a la soledad. Piensan que es una de las situaciones que existen menos agradables, porque significa abandono, falta de amor, malas relaciones familiares y muchos problemas.

Esto no es necesariamente así. La soledad, cuando es buscada espontáneamente por una persona puede ser una verdadera panacea.

Todo es cuestión de aprender a estar con uno mismo y a disfrutar de su propia compañía.
Situación ideal.- No se trata de rechazar a los seres que amamos ni de alejarnos de ellos como un recurso para herirlos. Se trata del derecho que todos tenemos a estar de vez en cuando solos con nosotros mismos. La meditación y la oración, por ejemplo, son formas positivas de soledad, que nos permiten comunicarnos con Dios y con lo más profundo de nuestro propio ser.

Para ser realmente benéfica, la soledad debe ser una cosa muy temporal, de relativa frecuencia, y buscada espontáneamente como una forma de retiro personal, que no implica el rechazo a nadie, sino simplemente la búsqueda de uno mismo.

Algunos beneficios.

Cultivar y practicar la soledad ocasional es una forma saludable y espontánea de vida que arroja algunos beneficios: reduce el estrés; aumenta la inmunidad; favorece la concentración, la creatividad, la memoria y produce serenidad.

De hecho, algunos doctores recomiendan pequeños periodos de soledad como parte de la recuperación de una enfermedad o de una intervención quirúrgica.

La soledad no sólo es buena para los enfermos en recuperación, sino también para las personas que viven bajo presiones enormes, como las madres, los ejecutivos y los empresarios.

Usted debe aprender a descubrir cuándo es tiempo de huir de su ambiente para estar a solas en algún lugar tranquilo.

Aprenda a estar pendiente si aparecen estos síntomas en su vida: irritabilidad constante; cansancio profundo; dificultades para concentrarse, insomnio, dolores de cabeza inexplicables, y ataques ocasionales de desaliento y depresión.

Sitio idóneo.

Si en su casa no tienen algún lugar en el que pueda aislarse ocasionalmente, como el rincón de un jardín o una azotea, salga simplemente a caminar al aire libre.

La soledad es más agradable cuando se disfruta con la naturaleza a un lado. La playa, los jardines y los templos son algunos de los lugares ideales para la soledad física y espiritual.

La soledad mejora su estado emocional.

Le permite estar más receptivo a las cosas buenas de la vida; le ayuda a ser más optimista y positivo. Así que la próxima vez que usted sienta que está a punto de estallar, use las famosas palabras de Greta Garbo cuando se retiró del cine: "Quiero estar sola".

Publicado en:

https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/97370.la-soledad-es-saludable.html


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(3)

¡Sorprendente! Mira cuánto daño puede hacer la soledad

La escritora, conferenciante y médico Lissa Rankin, M.D., está al frente de lo que ella denomina una “revolución sanitaria” que tiene el propósito de ayudar a los pacientes a sanarse a sí mismos y a la vez alentar al gremio médico a contemplar la posibilidad de la remisión espontánea de la enfermedad de la mano del paciente.

Desde que los doctores empezaron a enseñarle a la gente la importancia de dejar de fumar, moderarse el consumo de alcohol, llevar una dieta nutritiva y basada en vegetales y a cuidar su peso, millones de personas experimentan una culpa tremenda por sus hábitos no saludables.

Sin embargo, la culpa no sirve de mucho en estos casos y no ha llevado a mejoras significativas en el público en general. Aunque muchas personas, y quizás cada vez más, lleven un estilo de vida medianamente saludable, otras tantas escogen no hacerlo.

La doctora Lissa Rankin, en su libro Mind Over Medicine: Scientific Proof That You Can Heal Yourself presentó los resultados de un experimento interesante en torno a esto. Argumenta que mientras es muy importante llevar una vida sana y hacer algunas modificaciones para tener mayor bienestar, existen factores críticos que contribuyen a la salud y a la longevidad y que nada tienen que ver con los hábitos alimenticios o con los vicios.

Roseto, Pensilvania, y que no llevaban un estilo de vida que se consideraría ni remotamente “sano”. “Comían albóndigas fritas en manteca, fumaban como chimeneas, bebían mucho todas las noches y abusaban de la pizza y la pasta. Sin embargo, sorprendentemente, tenían la mitad de índice de padecimientos del corazón que el promedio nacional.

No era el agua que bebían, los hospitales a los que iban o su ADN”, apunta la doctora. Un médico, perplejo por la ausencia de problemas del corazón en este grupo, inició una investigación y descubrió que esta pequeña y cerrada comunidad vivía en hogares multigeneracionales y disfrutaba de cenas comunales y festividades frecuentes, y ello les proporcionaba consuelo de la soledad que tantas personas sienten.

De acuerdo a la investigación, los efectos de la soledad en el cuerpo pueden ser fatales. Esta comunidad italiana, el cariño y el soporte de los demás aliviaba el estrés que sienten los solitarios, el cual incrementa los niveles de cortisol y activa el sistema nervioso simpático, que a su vez incrementa el ritmo cardiaco, eleva la presión arterial, incapacita al sistema inmune e incrementa el riesgo de enfermedades del corazón.

Ya que la gente de Roseto nunca se sintió sola, rara vez moría de problemas del corazón; la mayoría murió de viejo incluso si fumaba, se alimentaba mal y bebía. Resulta que el alivio de la soledad es medicina preventiva, y los datos científicos sugieren que la soledad es un factor mucho más grave que fumar o no hacer ejercicio.

La doctora Rankin enfatiza que no es sólo la soledad lo que afecta la salud. Son también otras fuentes de preocupaciones como:

* Estrés en el trabajo
* Estrés financiero
* Depresión
* Ansiedad
* Salud mental

Según ella, una persona que se alimente mal, fume y nunca se ejercite pero que disfrute de un matrimonio o un noviazgo increíble, muchos amigos, un trabajo satisfactorio, un sentido de vida, una actividad creativa, espiritualidad y una gran vida sexual podría tener mucho mejor salud que alguien vegetariano, yogui y solitario que se siente miserable en otros aspectos de la vida, de acuerdo a esta investigación.

Así, no es que este estudio sugiera que los malos hábitos y los vicios sean el secreto para una vida larga y placentera, sino que recomienda que empecemos a pensar acerca de nuestra salud más allá de los confines tradicionales y las “modas” con las que la mayoría de las personas definen “salud”.

Publicado en:

http://guiasaludable.net/estilo-de-vida/sorprendente-mira-cuanto-dano-puede-hacer-la-soledad


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Personas que buscan la soledad y se sienten cómodas sin compañía

Querer estar solo es legítimo

La mayoría conoce la soledad desde el lado negativo. Sin embargo, el estar solos también tiene beneficios y hay quienes – la mayor parte de las veces incomprendidos – disfrutan más así que en compañía. ¿Preferir la soledad es saludable?

Carla González C.

Navidad, año nuevo, cumpleaños, tomarse algo en una cafetería o pasar una tarde caminando por el parque. Éstas y otras actividades son siempre concebidas “de a dos” o en grupo, pero nunca solos, pues eso implicaría la asociación con términos como la amargura, la tristeza e incluso el abandono.

¿Por qué la soledad es sinónimo de tristeza?, si al contrario, existen personas que gozan de esos momentos solitarios y que incluso trasladan a instancias que son por tradición dedicadas a grupos de personas como la familia. ¿Pasar una navidad solo y aun así disfrutarlo? Para muchos, eso sería una locura; para otros, una experiencia incomparable.

El ser humano está hecho para vivir en sociedad y es de allí quizás donde se desprende la idea de que la soledad es negativa desde todas sus aristas. ¿Será entonces que aquellos que gustan de estar solos padecen de alguna enfermedad o se trata de antisociales o ermitaños que rehúyen de cualquier contacto interpersonal por algún motivo hasta ahora desconocido?

El temor a la soledad a veces lleva a la persona a tomar decisiones poco acertadas como estar imperiosamente en pareja o dentro de un grupo sin compartir ningún tipo de interés con esas personas.

Al respecto la psicóloga clínica y terapeuta floral del Centro Psicológico Psicoalwa (www.psicoalwa.cl), Cecilia Rodríguez Díaz, afirma que para hablar de la soledad hay que tener en cuenta su definición y además contemplar este tema como algo diverso, “una vivencia subjetiva y personal”.

Así, la terapeuta menciona que en esta variedad de aristas se pueden percibir temas como el de “estar en soledad, pero no sentirse solo o estar rodeado de gente, pero aun así sentirse desolado” y aunque también tiene una connotación positiva, dice que la soledad la mayor parte de las veces es relacionada con la “carencia de redes o vínculos cercanos y con relaciones deficientes, superficiales y en las que no se pueden generar lazos importantes”.

Lo anterior se relaciona muy bien con los tiempos en los que estamos viviendo. Para la psicóloga, hoy es “muy difícil mantener relaciones importantes”. Además, menciona que está en medio el tema del individualismo, el que según su opinión ha mermado la calidad de las relaciones interpersonales.

Desear, tener o quedar solo

Por otro lado, es válido preguntarse acerca de qué soledad estamos hablando, esto pues según Cecilia Rodríguez el tema es bastante transversal habiendo incluso tipos de soledad, cuya esencia dependerá de la causa del por qué una persona prefiere estar sola a estar junto a otras personas.

En ese sentido, comenta que existen personalidades “que son mucho más evitativas, personas más tímidas y con más temores, lo que dificulta su capacidad para relacionarse porque tienen temor a ser rechazados, a equivocarse o salir lastimados. Entonces, evitan los grupos, salir con otros y conversar, lo que claramente conlleva a que se vaya quedando solo”, dice.

Contrarios a ellos están los individuos que prefieren la soledad porque sienten una cierta omnipotencia frente al resto y se sienten autosuficientes y por lo tanto no necesitan al otro, pues la soledad los fortalece. De ellos, la especialista dice que se puede apreciar una clara “desvalorización del otro” al no requerir de su compañía.

“Existen personas a las que aparentemente les gusta la soledad, a las que no les importa demasiado pasar una temporada lejos de sus seres queridos, personas que hasta buscan aislarse de los demás (…) a veces nos cuesta trabajo entenderlas, aunque a veces nos gustaría ser como ellas y tener la misma capacidad de disfrutar de la soledad” (Lara Durand, psicóloga miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México).

Por último describe a la “soledad circunstancial”, la que puede llegar a la vida de una persona por diferentes causas. En ese sentido, la terapeuta dice que estar solos por alguna razón – la muerte, separaciones, etcétera – no es algo que se busca y por lo tanto subraya la idea de vivir los duelos y comprender que esas pérdidas no tienen por qué separar a la persona de otras relaciones igual de importantes.

Cualquiera sea la razón por la cual una persona quiera y prefiera estar sola, Cecilia afirma que en todas “hay un trasfondo y muchas razones”.

La soledad también es saludable

Pensar la soledad como algo negativo, explica Cecilia Rodríguez, tiene mucho que ver con la génesis del ser humano como un ser social que necesita de familia, amigos y en general un entorno. Es entonces desde ese punto de vista en que “es difícil pensar la plenitud o la felicidad total sin esas redes y desde ahí quizás proviene la idea de que estar solo no es bueno”, comenta.

Sin embargo, estas ansias de soledad también pueden ser saludables, si pensamos en ello como una experiencia armoniosa que no traspase los límites. Al respecto, la psicóloga menciona que este equilibrio debe darse entre “los momentos que dedicamos a nosotros mismos y los que dedicamos a expresar y comunicarnos con el resto”.

Aquí, dice, la relación con uno mismo es primordial. Saber reconocer los estados anímicos por los que se está atravesando, disfrutar de los momentos en que no se tiene a nadie al lado y saber qué hacer estando solo son algunas de las claves que debemos tomar en cuenta para poder disfrutar de la soledad.

Buscar el silencio, reconciliarse con la soledad y escuchar nuestro interior son algunas de las recomendaciones que se hacen con respecto a cómo podemos aprender a disfrutar de nosotros mismos estando solos.

“Si hay algo importante a lo que debemos seguir es a nuestra intuición y darnos siempre un espacio para preguntarnos cómo estamos, si estamos bien y en armonía con esta soledad o más bien si es necesario establecer más vínculos”, menciona Cecilia Rodríguez, quien además comenta que si finalmente no estamos a gusto con ninguna de las dos alternativas, es imperioso generar estrategias que nos permitan tener una mejor calidad de vida, ya sea con más compañía o mayores espacios de soledad.

Para la especialista, el mirarse y conectarse con uno mismo es algo que nos hace falta y por eso quizás estar solos causa tanto miedo e incluso para algunos se vuelve una experiencia poco placentera. Después de todo, según cuenta, hay muy poco autoconocimiento y por eso es enfática al señalar que “sería ideal que desde el colegio se enseñara lo que es la inteligencia emocional, el escucharse uno mismo y preguntarse cosas. Todo eso está muy relacionado con los espacios de soledad”, manifiesta.

Y cuando habla de espacios para la soledad, la psicóloga indica que no se trata de pensar en momentos sólo igualables a los que se viven yéndose a la cordillera Himalaya, al contrario, asegura que existen muchas instancias – todas parte del cotidiano – perfectas para estar solo.

Lo primero, dice, es practicar y saber qué es lo que preciso como individuo para estar en soledad. “Si lo que necesito es estar solo para descansar, entonces podré leer un libro, ver una película, salir a comer, darme un baño de tina, hacer yoga, etcétera. Pero si lo que necesito es soledad para conectarme conmigo mismo, lo importante es generar un espacio que sea cómodo y más allá de las actividades, la idea es tener una actitud y un deseo por escucharse”, dice.

Así, dice que actividades tan cotidianas como el cocinar pueden ser de ayuda para gozar de la soledad y sacar provecho de ella. Lo importante asegura, es estar en el presente y concentrado en lo que se está viviendo y no con la mente puesta en otro lado. Para Cecilia ésa es una conducta meditativa (tal como lo sería una meditación budista), pues hay una “disposición y un deseo de estar ahí para mí. Aquí y ahora”.

Hay mucho temor a la soledad

Por otro lado están aquellos que no pueden bajo ninguna circunstancia estar solos. Con respecto a ellos, la psicóloga de Psicoalwa dice que en estos casos “aparecen muchos rasgos de dependencia”, donde la persona al no conocerse casi en lo absoluto se entrega y se somete al otro “pasando éste a ser el ser fundamental” de la relación.

Publicado en:

http://www.puntovital.cl/cuerpo/mente/soledad.htm


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Estar solo o soltero puede ser necesario?

La soledad, sin que existan argumentos reales, ha sido catalogada como el ‘cuco’ de las nuevas generaciones. Nadie quiere estar solo, incluso hay una aversión (la autofobia) a estar en soledad con uno mismo.

Viernes, 27 de enero de 2017 00:00

No se trata solo de no estar en pareja, sino de tener momentos para aislarse del mundanal ruido. Según la escuela estructuralista de psicología, fundada en 1879, en los momentos de soledad se pueden hacer ejercicios de introspección, que etimológicamente significa “visión interior”.

Esta capacidad para entender nuestros estados internos, tanto físicos como emocionales, es lo que ha ayudado al ser humano a procesar y entender los hechos y comportamientos que experimentan cada día.

De allí que los psicólogos y terapistas han encontrado en la soledad una forma de curar trastornos y miedos, pero sobre todo para poder enfrentarnos a nosotros mismos. Cuando estás acompañado es más difícil entender qué es lo que pasa, solo vives en la lógica del día a día, pero se olvida de asimilar cada una de las experiencias vividas y cómo estas tienen un impacto en nuestras vidas.

No se necesita demasiado tiempo a solas, con unas horas puede bastar, pero es un ejercicio necesario para encontrar la paz interior. Algunos terapistas incluso aconsejan escribir sus pensamientos para luego repasarlos y analizarlos.

En la era de la tecnología parece imposible ‘desconectarse’ realmente del mundo. Siempre hay un mensaje de chat o una notificación de Facebook. Por ello, las noches pueden ser un buen momento para analizar nuestro interior.

La soledad no necesariamente significa soltería, pero esto también puede ser positivo. Estar solo, en especial para las mujeres, en algunos países ha sido mal visto y se lo considera motivo para ser señalado como “indeseabale”, pero las nuevas generaciones han motivado un cambio social en donde la soltería es la nueva meta de vida.

Sea porque una relación no funciona o porque es una decisión de vida, la soltería debe ser entendida como una oportunidad. Hay algunas ventajas, según han comprobado algunos estudios científicos.

Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad Cornell de Nueva York demostró que las personas solteras son más sociables, porque tienen una mayor capacidad de mantener a sus amigos en el tiempo y pueden ver a sus amigos y familiares más seguido que aquellos que están en una relación o están casados.

Además, duermen mejor. Una investigación llevada a cabo por la organización The Better Sleep Council determinó que las personas solteras concilian mejor el sueño. Incluso, el 63% de los participantes del estudio que mantenía una relación amorosa señaló que tiende a dormir lo más alejado posible de su pareja para evitar que se interrumpa su sueño por los movimientos y ruidos del otro.

Estas son algunas de las cosas positivas que existen cuando uno es soltero. Pero sobre todo porque estar solo no debe ser tomado como un problema o una carga, sino como una oportunidad para ser mejores personas, para conocernos nosotros mismos y sobre todo para aprender a lidiar mejor con nuestros miedos y obsesiones.

Publicado en:

http://revistafamilia.ec/articulos-portada/8995-pareja-relaciones-soledad-psicologia







Fuente: www.nosotras.com
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