Sinceramente,nos enfrentamos a una nueva estrategia que lleva a los verdaderos seguidores de Dios a pensar seriamente si existe un cambio. De forma sutil, la moral ha cambiado y ahora relativismos que los mismos creyentes aceptan. Pero la verdadera adoración a Dios exige un verdadero cambio de vida y no tan solo apariencias. El nuevo orden mundial no solo es pensar en el tercer templo, el chip de la bestia o los desafíos de la deep web o los iluminati, más bien es una conformidad con el mundo para desvirtuar la figura de Cristo Jesús con una vida llevada sin ton ni son, que no exige cambios, solo membresias en una iglesia. No exige compromiso con Dios y se puede mantener el estatus con diezmar ocasionalmente, aunque se vivan vidas con el pecado dentro y sin buscar un cambio real.
l peligro mayor de este nuevo orden mundial no son los bitcoins, ni los pederastas, si no la cara de hielo de los creyentes, que viven alejados de Dios y sin cambiar de verdad. Llenar iglesias y vivir vidas de aparente espiritualidad, mientras el mensaje de Dios de amor y paz, se diluye en estereotipos de "religiones" donde quien tenga más correligionarios es la mejor.
Volvamonos a Dios y vivamos para Su gloria. Satán ronda entre los falsos creyentes y los descaros mundanos. Arrepiéntete hermano y regresa a Tu primer amor.