Todo ocurrió el pasado 31 de diciembre en Río de Janeiro cuando Eduardo Goldenberg, un abogado que vive en esa ciudad, salió de su casa a recibir el año nuevo en la playa con su billetera que usaba todos los días, la cual tenía más de 1000 reales en efectivo (unos 4 mil pesos argentinos).
Goldenberg explicó que sintió el instante en que una mano se retorcía “en el bolsillo izquierdo de su bermuda”, cuando estaba en una estación de subte.
“Adiós billetera, adiós dinero”, dice que pensó, sin embargo, asegura que no se hizo problema porque le importaba más pasarlo bien en la llegada de 2016. “La única modificación en lo programado fue que perdí 10 minutos al teléfono cancelando las dos tarjetas que llevaba”, explicó.
En su texto, el abogado relata que al otro día estaba almorzando con unos amigos cuando recibió un mensaje por Facebook. Allí, un hombre le decía que había encontrado su billetera robada en el subte.
Cuando Goldenberg fue a buscarla, encontró todos sus documentos, salvo sus tarjetas personales y el dinero. Sin embargo, lo más sorprendente ocurrió después: cuando regresó a su oficina, el abogado se encontró un sobre blanco cerrado sobre su escritorio.
Dentro del sobre, Goldenberg cuenta que encontró 967 reales en efectivo (unos 3.800 pesos argentinos) y una carta que decía:
“Doctor Eduardo estoy devolviendo su dinero que tomé de su billetera el día 31 en Copacabana. Arrepentido, no dormí y le pido que me perdone. Feliz año nuevo. Sólo saqué 50 reales ($200) para comprar una champaña para mi madre. Fabio”.
“Yo sólo lloraba. Quien me protege no duerme”, concluyó el abogado, quien dijo a la cadena brasileña O Globo que le gustaría conocer al ladrón para preguntarle cuáles fueron las razones que lo llevaron a devolver el dinero, y agrega: “me gustaría regalarle una botella de champaña mejor”.
Fuente: la100.cienradios.com