El biólogo argentino aseguró en una entrevista a ‘La Nación’ que en el proceso de deconstrucción y reconstrucción de recuerdos agregamos elementos que están presentes en el contexto en el que vivimos y eso modifica nuestra ‘base de datos’ cerebral.
Otra variable que altera los recuerdos es el tiempo: cuanto más lejós esté el momento en el que se adquirió el recuerdo, más se ‘contaminará’. De este modo, a la hora de evocar el pasado la memoria guarda nuevas copias de nuestros recuerdos, por eso Bekinschteinen afirma que “todos nuestros recuerdos son falsos”.
Según el experto, cuando vivimos una situación determinada no podemos percibir todo lo que nos rodea al mismo tiempo y, en realidad, nuestro cerebro rellena los espacios con otros elementos ‘inventados’, que contribuyen a que el contexto tenga cierta lógica. “Lo que percibimos ya incluye elementos inventados y restringidos de acuerdo a lo que nos interesó. Además, esa información también se modifica cuando la procesa nuestro cerebro”, concluyó Pedro Bekinschtein.
Fuente: www.elciudadano.cl