Ciera Swaringen, de 19 años, nació con grandes lunares en su cuerpo y fue diagnosticada con Giant Congenital Melanocytic Nevus, una rara condición en la piel que suele ocurrir una vez entre 500.000 nacimientos. Sus lunares cubren más de dos terceras partes de su cuerpo.
Los médicos le dijeron que afortunadamente estos lunares y manchas de nacimiento no eran peligrosos pero que no podría realizarse una cirugía para removerlos. A lo largo de su vida, Ciera tuvo que enfrentar dolorosas burlas.
“Los adolescentes varones suelen ser los primeros en comentar cuando me ven,” contó la joven estadounidense y agregó: “Pero estoy muy orgullosa de ser diferente y, al final del día, todos tenemos algo en nosotros que es inusual, ya sea en el interior o el exterior”.
Las palabras de la joven realmente emocionaron en la web. “Un día me acuerdo de estar en el autobús escolar y escuchar a un chico riéndose de mi y llamarme perro con manchas. Eso realmente me afectó, yo sólo era una niña y me hizo sentir diferente a los otros niños, y que algo estaba mal conmigo. Con el tiempo he aprendido a sacudir los comentarios negativos y recordar que la mayoría de las personas miran y dicen cosas crueles porque no están acostumbrados a ver a alguien con mi condición”.
“Me siento afortunada de haber crecido en un pueblo pequeño, porque la mayoría de las personas que me rodean saben acerca de mis marcas de nacimiento, así que me siento bastante normal. Recuerdo que cuando empecé la escuela mi mamá me dijo que mis marcas de nacimiento eran besos de ángel y eso realmente se me quedó grabado”, concluyó Ciera.
Fuente: la100.cienradios.com