El método que promete un vientre plano sin hacer mayor esfuerzo
¿Cuántos no darían lo que fuera por tener un vientre plano y desaparecer esos rollitos molestos que se forman en los costados? La acumulación de grasa es algo que no es fácil de combatir y algunas veces pareciera que cuando la grasa aparece, llegó para quedarse.
Por supuesto que con un régimen alimenticio riguroso y una fuerte rutina de ejercicios se puede conseguir transformaciones físicas impresionantes, pero todo el mundo no se anima a hacerlo por muchísimas razones.
¿Y qué tal se pudiera lograr perder toda esa barriga sin tener que hacer un abdominal? Ingrid Macher propone entre sus métodos de “Quemando y Gozando”, seguir estos tres pasos fundamentales para lograr resultados visible en poco tiempo.
Despídete de la barriga sin hacer ni un abdominal
Sigue las siguientes instrucciones:
1.Dormir
Es prioritario dormir entre 6 y 8 horas a diario. ¿Esto por qué? Cuando nos desvelamos, la hormona de la leptina, encargada de controlar el apetito, los deseos de comer y la saciedad, queda en automático. Y esto sólo puede traer consecuencias negativas.
Pero no es sólo la leptina la que se ve alterada por la falta de sueño y descanso. Al permanecer despiertos le sigue el alza en los niveles de insulina, haciendo –entre otras cosas- que la mayor parte de la comida que consumimos se convierta en grasa; puro tejido adiposo.
De aquí la importancia de dormir para lograr perder barriga y tener una buena salud. Además nos sirve para estar más lozanos y activos durante el día.
2.Controla ese estrés
El día a día puede ser una montaña rusa lleno de altos, bajos y giros inesperados, lo que nos puede generar estrés. Esta enfermedad del siglo XXI que está acabando con muchos. Y, aunque algunos en medio de sus preocupaciones o alta carga de responsabilidades, dejen de comer, esto no se traduce siempre en que van a adelgazar, y en caso de que suceda, no quiere decir que aparecerán cuadritos en tu abdomen, los detestados michelines se esfumarán o el vientre plano se hará notar.
El estrés es uno de los festines favoritos de la hormona cortisol, la responsable de que repitas: “me provoca comer esa dona, y también quiero un helado, y después de la pizza vamos por una malteada de chocolate”. Es decir, un quiero comer sin parar. Síntoma de esa ansiedad generada por el estrés.
Así que, a calmar ese estrés, que también hace que la insulina se dispare y convierta en grasa todo lo que nos atragantamos mientras estábamos estresados.
3.Comer súper alimentos
Germen de trigo: Rico en proteínas.
Semillas de chía: Cargadas de Omega 3, aportan calidad de antioxidantes y aminoácidos al organismo que ayudan a combatir la grasa. Mientras dan sensación de saciedad. Lo que evitará caer en la tentación de querer comer a cada rato.
Semillas de linaza: Llenas de fibra, son aliadas para reducir las grasas malas del cuerpo. También nos dan Omega 3, entre otras propiedades.
Recomendación: Agregar Germen de trigo, semillas de chía y de linaza a todas nuestras comidas y bebidas. En pequeñas cantidades. Si no pueden ser las tres, con una basta.