Los avances de la ciencia no dejan de sorprender con resultados que parecerían de ciencia ficción.
Es el caso de una nueva técnica que emplea la luz para activar fármacos contra el cáncer que muestra un excelente potencial para mejorar la efectividad de la quimioterapia —con la que se trata a millones de personas con tumores— y reducir sus efectos secundarios.
La técnica, conocida como optofarmacología, consiste en modificar moléculas anticancerosas de tal manera que solo funcionen cuando reciben un rayo de luz azul, según anuncia un equipo de científicos dirigidos por el bioquímico Oliver Thorn-Seshold, de la Universidad de Múnich (Alemania).
El método, todavía en pañales, podría aplicarse en el futuro a tumores superficiales, como los de piel o retina, aunque los autores también sugieren que se podría abrir un tumor interno para implantar en su interior luces LED que activen los fármacos.
El concepto, además, se podría aplicar en investigación.
"Se puede encender y apagar los fármacos miles de veces, utilizando luz de baja intensidad, donde y como quieras. Esto no había sido posible hasta ahora", explica Thorn-Seshold."
"Estos primeros fármacos son menos potentes que las drogas tradicionales (a las que introducimos cambios para que reaccionen a la luz). Pero no estamos intentando hacerlos más potentes, los estamos haciendo más inteligentes. Es como comparar un martillo y una llave. El martillo es potente, pero la llave abre un candado mucho más rápido y sin destrozar todo alrededor", sostiene el investigador, informa El País.
El grupo de Thorn-Seshold se ha centrado en drogas conocidas como venenos de los microtúbulos.
El fármaco más célebre de esta familia es el paclitaxel, un compuesto extraído originalmente de la corteza de un árbol de 12 metros nativo de Norteamérica que han recibido millones de personas con tumores de mama, ovarios o pulmón.
Fuente: tn.com.ar