La vida contemporánea nos empuja hacia un ritmo vertiginoso: hiperconectados, multitasking, invadidos por notificaciones constantes y expuestos a un bombardeo de estímulos visuales a través de múltiples pantallas. Paradójicamente, nunca estuvimos tan comunicados, y sin embargo, nunca fue tan común sentirse solo.
En este contexto de conexión digital permanente, recuperar los pequeños gestos (mirar a alguien a los ojos, escuchar, compartir un momento de calidad) se vuelve un acto casi revolucionario.
Y precisamente sobre esta necesidad reflexiona la reciente
publicidad Estás Ahí, una campaña que, con un mensaje breve pero cargado de significado, nos invita a repensar nuestro modo de estar presentes en el mundo y en la vida de los demás.
Pantallas que conectan… ¿o aíslan?
Cada día, las personas pasan un promedio de entre 6 y 8 horas frente a pantallas: celulares, computadoras, televisores. Nos informamos, trabajamos, socializamos y hasta descansamos frente a un dispositivo.
Sin embargo, múltiples estudios coinciden en que la hiperconectividad no garantiza el bienestar emocional. De hecho, en las últimas dos décadas, las tasas de soledad autopercibida han crecido, especialmente entre jóvenes y adultos mayores.
La soledad, además, no siempre responde a la falta de compañía física: puede manifestarse incluso estando rodeados de personas, cuando falta la conexión emocional genuina.
La publicidad ‘Estás Ahí’ entiende esta paradoja y nos plantea una pregunta inquietante: más allá de estar conectados, ¿estamos disponibles emocionalmente para el otro?
solo una imagen, un rostro y una pregunta, esta campaña logra interpelar a la sociedad en su cotidianidad.
Las vallas publicitarias y pantallas digitales dispuestas en distintos puntos de la ciudad no buscan vender un producto ni pedir una colaboración económica inmediata: buscan sembrar una duda interna, un llamado a la empatía.
El mensaje detrás de la campaña pone el foco en los niños y adultos mayores que viven en situación de abandono afectivo, ya sea en hogares, instituciones o en sus propios hogares, y que necesitan algo mucho más simple que bienes materiales: necesitan tiempo, atención, presencia real.
El voluntariado como respuesta concreta
Frente a esta realidad, la acción no se queda solo en la toma de conciencia.
El paso siguiente que promueve la campaña está claramente delineado: fomentar el voluntariado como herramienta de transformación social.
El voluntariado no solo acerca compañía a quienes lo necesitan, sino que también ofrece al voluntario la oportunidad de reconectar con valores fundamentales: la empatía, la solidaridad, la escucha atenta, la presencia auténtica.
La propuesta es simple, pero profundamente transformadora: compartir tiempo real con quienes más lo necesitan, construir vínculos, y demostrar que aún en un mundo dominado por pantallas, el contacto humano sigue siendo insustituible.
De la reflexión a la acción: cómo involucrarse
Responder a la pregunta **¿estás ahí?** implica más que una respuesta interna. Implica un compromiso real con el presente, con la comunidad, con aquellos que esperan ser vistos y escuchados.
Existen múltiples formas de involucrarse:
- Sumarse a programas de voluntariado en hogares de niños o residencias de adultos mayores.
- Participar de actividades recreativas o de acompañamiento en centros comunitarios.
- Difundir el mensaje entre familiares, amigos y colegas, amplificando el impacto de la campaña.
- Apostar por pequeñas acciones cotidianas: una llamada, una visita, un gesto de escucha puede cambiar el día de una persona.
Quienes deseen conocer más en profundidad el análisis y la historia detrás de esta campaña pueden leer este artículo especial sobre la
campaña 'Estás Ahí’