*Por Carlos Eduardo Lagos Campos.
En el abismo de mi alma desnuda
late un corazón de fuego y ceniza
donde las sombras bailan con la luna
y el viento aúlla como un lobo herido
Mi voz es un grito en el desierto
un clamor que se pierde en el vacío
donde las estrellas se apagan una a una
y la oscuridad me envuelve como un sudario
Pero en este infierno de mi propia creación
encuentro la fuerza para levantarme
para enfrentar al mundo con los puños cerrados
y gritar mi verdad a los cuatro vientos
No me importa si me llaman loco
o si me consideran un hereje
porque en mi corazón arde una llama
que ilumina el camino hacia la libertad
Así que seguiré gritando, seguiré luchando
porque en este mundo de sombras y mentiras
solo la verdad puede liberarnos
y solo la autenticidad puede salvarnos.
*Poeta latinoamericano