*Por Carlos Eduardo Lagos Campos.
En un momento de profunda reflexión y homenaje, recordamos la vida y obra de don Enrique Lagos Pantoja, un hombre cuyo legado de lucha, perseverancia y dedicación a su familia y comunidad sigue inspirando a generaciones. Nacido en 1933 en Imues, Nariño, un pueblo enclavado en los Andes de América, don Enrique Lagos creció rodeado de la majestuosidad de la naturaleza y la riqueza cultural de la región en un hogar campesino rodeado de cebadales, trigales y frijoleras, bajo la vigilancia impetuosa de los volcanes Galeras, Chiles, Cumbal y Azufral en la ruta que une a Colombia con eel océano Pacífico y Asia, así como los países latinomericanos en la línea norte sur de la cordillera de los Andes, es un recorrido que atraviesa valles y montañas, y que ha sido testigo de la historia y la cultura de la región y de las luchas por la independencia y la resistencia contra los impuestos del tirano gestados por Manuela cumbal Francisca Aucu, Lorenzo Piscal y Ramón Cucas Remo y Julián Carlosama.
Su padre, Francisco Lagos, fue un líder político liberal, lo que los llevó a ser desterrados por las hordas conservadoras durante la violencia política en Colombia. Esta experiencia marcó profundamente a don Enrique Lagos y lo motivó a luchar por la justicia y la igualdad en su comunidad.
En su juventud, don Enrique Lagos se unió al ejército como soldado en el batallón Boyacá, donde hizo cursos de enfermería y ascendió a los escalafones superiores. Su don de gentes y empatía lo destacaron desde temprano, y su liderazgo cívico, político y gremial lo llevó a ser candidato al Concejo de Pasto en varias ocasiones, así como a presidir diversas organizaciones.
Fue en Chaparral, Tolima, donde conoció a su esposa Elenita, una mujer de gran belleza y fortaleza, que se convertiría en su compañera de vida y en la madre de sus hijos. Chaparral fue cuna de grandes hombres como los expresidentes de Colombia José María Melo Manuel Murillo toro, Darío chandía y Eugenio Castilla, presidente del Estado del Tolima; por lo que esta tierra no solo hace parte de nuestra historia por haber sido el epicentro de las disputas políticas en el período conocido como la violencia política; sino que también es un lugar que ha dado mucho a nuestra historia y cultura.
Como empresario y visionario, don Enrique Lagos fundó varias empresas en el sector de medicamentos y combustibles, convirtiéndose en un referente en estos sectores productivos. Su legado es un ejemplo a seguir para las generaciones futuras, y su familia, amigos y empresas dan fe de su honestidad, trabajo y unidad.
Don Enrique Lagos también se caracterizó por su prosa, su oratoria y su gran imaginación como contador de historias, poeta y orador. Su historia más famosa es la del "Trapezio Amazónico", una aventura que lo llevó a volar sobre la selva amazónica en un trapecio.
Su vida pública comenzó junto a destacados líderes políticos, y se inspiró en la figura de Luis Carlos Galán Sarmiento.
Capítulo V: Su fe y dedicación a la comunidad
Don Enrique Lagos fue un hombre profundamente creyente y dedicado a su fe. Fue miembro y presidente de la organización de San José de Arimatea, que se encarga de organizar los pasos en la Semana Santa en la ciudad de Pasto. Su dedicación y liderazgo en esta organización fueron fundamentales para la realización de esta importante tradición católica.
Además, don Enrique Lagos fue un fiestero de la Virgen de las Mercedes, conocida como "La Mechita" en Pasto. Su devoción y amor por la Virgen lo llevaron a ser un activo participante en las fiestas y celebraciones en su honor.
Su fe y dedicación a la comunidad fueron un ejemplo a seguir para muchos, y su legado en este sentido sigue vivo en la memoria de aquellos que lo conocieron y amaron.
Con el fallecimiento de don Enrique Lagos, perdemos a un visionario y un líder que dedicó su vida a luchar por la justicia y la igualdad. Sin embargo, su legado sigue vivo a través de las generaciones que han sido inspiradas por su ejemplo.
Poeta Latinoamericano.