í no nos estamos sintiendo torpes, cuestionables y asustados, por razones y motivos consecuentes y surgidos desde las clases dirigenciales, sean éstas públicas o privadas, quienes actúan como representantes directos de las sociedades existentes, en los distintos congresos, instituciones y corporaciones alrededor del planeta, algo grave tiene que estar ocurriendo con la siquis humana, porque significa necesariamente que estamos ignorando las responsabilidades éticas y morales que tenemos frente a la sucesión de hechos y señales que indican irresponsabilidades por parte de éstos, las que vienen cometiendo diariamente con sus desafueros, problemas, conflictos y despropósitos, los cuales no cesan de estarse gestando y multiplicando por culpa de sus pésimas gestiones, sin quererlos ni poderlos atajar, teniendo la perentoria obligación de eliminarlos de inmediato, tal cual haríamos personalmente sí los estuviéramos enfrentando.