El escrito de Padre Manuel Dolores Chamorro es una conmovedora metáfora que compara a Colombia con una madre que sufre por la violencia y el odio que azotan a su país. A través de una conversación entre el autor y la Madre Colombia, se explora la relación entre la patria y sus hijos, y se hace un llamado a la reflexión y la acción para instaurar la paz y la ternura en el país.
El texto comienza con una pregunta retórica que busca entender por qué la Madre Colombia, que ha dado vida y amor a sus hijos, ahora sufre por la violencia y el odio que los mismos hijos han generado. La respuesta de la Madre es conmovedora, ya que expresa su amor incondicional por sus hijos y su dolor por ver cómo han utilizado las armas y la violencia para destruirse entre sí.
La metáfora de la Madre Colombia es especialmente poderosa porque evoca la idea de la patria como una entidad que nos da vida y nos sostiene, y que merece nuestro amor y respeto. Al mismo tiempo, la metáfora también subraya la responsabilidad que tenemos como hijos de la patria para cuidarla y protegerla.
El llamado a la acción que se hace es claro: se nos pide que abandonemos la violencia y el odio, y que trabajemos para instaurar la paz y la ternura en el país. La frase "NO MÁS VIOLENCIA, HIJOS MIOS, NO MATEN POCO A POCO, DESPIADADAMENTE, A SU PROPIA MADRE!!!!!!" es especialmente impactante, ya que subraya la idea de que la violencia y el odio no solo destruyen a las personas, sino también a la propia patria.
Aquí el escrito:
"TERNURA
¿Porqué, Madre, dime porqué, si a tus hijos con tu sangre acariciaste noche y día, durante nueve meses de ternuras infinitas, porqué ahora lloras lágrimas de amargo dolor?
Respóndeme Madre, si hacerlo puedes, si los alimentaste con tu propio corazón, porqué si contigo rezaron Padre nuestro que estás en el cielo, porqué ahora te destrozan el alma odiándose, hasta llegar a matarse, enloquecidos con el mortal veneno de la violencia? Miróme la Madre al escuchar mis preguntas, me clavó sus ojos centelleantes de amor y de ternura, en los míos obscuramente tristes y me responde: sigo amando a mis hijos aún más que cuando fueron en mi vientre entraña de mis entrañas, que cuando los acaricié en mis rodillas, que cuando los besé en la frente de jóvenes y hombres maduros....
Ahora cierra sus ojos y añade: mientras pude los armé de un corazón para amar, de unos brazos para trabajar, iluminé su mente con la bendita luz de mis consejos.
Las armas que les dí se cayeron de sus manos y se volvieron fusiles, mi luz se volvió tinieblas.
Tú que me preguntas, has de saber que una Madre nunca pierde la ESPERANZA.
Quieres conocer mi nombre? Me llamo COLOMBIA.
AYÚDAME A NO PERDER NUNCA LA ESPERANZA, A INSTAURAR EN MIS VALLES Y MONTAÑAS LA CIVILIZACIÓN DE LA TERNURA.
NO MÁS VIOLENCIA, HIJOS MIOS, NO MATEN POCO A POCO, DESPIADADAMENTE, A SU PROPIA MADRE!"
Escuchemos el llamado del Padre Manuel Dolores Chamorro es un llamado a la reflexión y la acción para instaurar la paz y la ternura en Colombia. A través de la metáfora de la Madre Colombia, se subraya la responsabilidad que tenemos como hijos de la patria para cuidarla y protegerla, y se nos pide que abandonemos la violencia y el odio para trabajar juntos por un futuro más pacífico y próspero.
Centro de Pensamiento Libre