l resto del planeta se encuentra a pocas horas de empezar a experimentar un nuevo calvario, o de reencausar el camino común que tiene que tomar, para evitar la imposición de una camisa de fuerza por parte del imperio en decadencia, próximo a envestir de presidente al mono copetín mentiroso y loco, respecto a exigir una relación armoniosa, necesaria y perentoria para cambiar la desastrosa manera impuesta de coexistir, a partir de sistemas sociales modernos pero de apariencia troglodita y asesina.