e los cinco elementos naturales, tierra, aire, agua, fuego y éter, siempre ha sido el agua la única capaz de contener y controlar a todos los demás, incluso al éter intangible, sin embargo, la esencia de la vida no se haya en la conciencia del ser que dimensiona la importancia que tienen las sustancias que giran a su alrededor, quedando espásticas las interpretaciones de las circunstancias de modo, tiempo y lugar que lo hacen respirar, incluso siendo un organismo estático ante el rumbo que toma y tiene el universo frente a sus insignificantes visiones de poder.