las sociedades humanas les encanta presumir de supuestas independencias naturales y mundanas, sin tomar en cuenta que representan un incremento material, implicando proclamar cualquier tipo de interferencia sobre dependencias artificialmente declaradas, respecto de los sistemas productivos en operación, los cuales están torpemente fundamentados en la destrucción del planeta, seguidamente del costo que cada quien tiene que erogar como habitante, teniendo entonces que declarar impuestos, los cuales se deben demostrar, si es que alguien se quiere ufanar de ser mejor que los demás, descontando de sus rivales su propia inoperancia e improductividad, ya que estamos dentro de un mundo cada vez más en acelerada destrucción y decadencia, así lo demuestra y nos lo dice la ciencia.