iendo naturalmente gregarios, porque estamos rodeados de personas, pudiendo ser éstas familiares, amigos o adversarios, sin embargo, sistemáticamente somos seres solitarios, las influencias recibidas por parte de sentencias letrinas, o sea vitrinas andantes en las que se exhiben existencias fabulosas en medio de excesos y lujos, tienen más fuerza que las premisas genéticas adheridas a las claves de una vida común y compartida, que al dejar de ponerlas en práctica prácticamente tienen a la especie a punto de un suicidio colectivo, ya que nos hemos dedicados a hacerle caso a asesinos y genocidas, que nos guían por un camino hasta la extinción y por otro hacia la destrucción del único planeta habitable, dejando en ascuas un proceso evolutivo, originalmente programado con principios que proponen confluir a través de una simbiosis entre seres y especies distintas, pero cooperando entre todos.