Teatrikando
Por BENJAMIN BERNAL
No te vayas sin decir adiós, tragic-comedia en Coyoacan
Dicen que es la despedida de Juan Ferrara de los escenarios, no lo creo, porque hay actor para muchos años. No lo contratarán para interpretar a Hamlet, pero muy bien que puede cumplir cabalmente a un ciento de personajes para llenar de magia el escenario.
El motor de este montaje, sin duda es él, goza de presencia, voz y desplazamientos acordes al septuagenario al que da vida. Los demás personajes van apareciendo, poco a poco, desde Renata Chacón que alterna con Karla Gaytan y Camila Rivas, es la responsable de dar vida a una chiquilla que será eje durante la mayor parte de la trama.
Después vendrán Andrea Torre, José Manuel Lechuga, Natalia Madera, Oscar Medellín y Adrián Rubio para realizar las acciones que irán dando forma a un texto de Oscar Ortiz de Pinedo, que así empieza a consagrarse en la difícil tarea de poner en blanco y negro las ideas sobre ¿qué pasaría si? Una familia que se ve poco últimamente se reúne para festejar el cumpleaños del pater familia, todo empezara por una pasta al horno que él mismo ha preparado.
Se trata de un melodrama que se cumple en una sala, que colinda con un comedor y cantinita para ir evolucionando desde la recepción de invitados a esa velada familiar, el intercambio de saludos, opiniones y puyas que se lanzan de manera natural, como en todo grupo unido por un apellido o una dinastía; que los ha mantenido -casi- unidos. Como si la consanguinidad fuera lo importante, en verdad ¿lo es?
Con uso de música que pone en funcionamiento Alexa vamos conociendo a a estas personas que ¿se quieren, rechazan, entienden, comprenden, confunden? Pero esa noche van a compartir el pan, así como la sal y pimienta que aportan las palabras. Su vestuario es acorde con la personalidad que exhibe -esos zapatos de veinte mil pesos recuerda a Carrie Bradshaw, de Sex and the city- Autos eléctricos y varias cirugías exitosas, combinadas con otras que acabaron mal. Pues hay ahí varios cirujanos.
La dirección ha sido eficiente. Se ha puesto en manos del maestro de la tragicomedia gourmet Enrique Singer, su cualidad principal es que no se siente.
Con frecuencia, alguien termina su nota invitando a ver una determinada obra. Mas estoy seguro de que en pocas ocasiones es tan verdadero, como en No te vayas sin decir adiós. Donde se premia una vida dedicada a la actuación cinematográfica, televisiva, tanto como en los escenarios.
La puede ver en los días y horarios habituales en el teatro Rafael Solana, donde podrá comer ricas palomitas, especialmente preparadas por la actriz Lola Solana, para usted.