odemos cosechar toneladas de frutos, inmateriales u orgánicos, de muchas formas y maneras de proceder, revolucionarias según nuestras obtusas interpretaciones, creyendo a través de ellos progresar, sin comprender que a la vez estamos erradicando, desechando y eliminando otros muchos organismos más, ignorando además las reacciones naturales, sin embargo, ésta está determinada a demostrarnos las múltiples y ficticias metodologías impuestas, por parte de individuos cabalgando sobre los hombros de una insensata especie, la cual se mantiene convencida, por medio de ideologías fantasiosas, a seguir avanzando como lo viene haciendo, por un camino equivocado, desembocando en sociedades confusas y difusas, compuestas por hombres y mujeres en desorientación total, nos falta involucrar en esta ecuación el tiempo perdido, al no encontrar los caminos establecidos desde el comienzo de una extraña pero definitiva evolución.