stamos ante una especie de musgo corrosivo, una criatura de carácter biológica pero con factores orgánicos exponenciales, basados exclusivamente en intereses financieros y comerciales, extendiéndose paulatinamente sin ningún tipo de control social, sobre lo y los que no tienen capacidades de entender lo que está pretendiendo hacer, al expandir una forma de observar de manera individual al mundo colectivo.