os actuales sistemas terrestres están diseñados para ser conducidos y guiados a las patadas, pasando por encima de un planeta a modo ecuestre, montándolo como si fueran jinetes insolentes e indecentes, pretensiosos de doblegarlo y explotarlo a través de organizaciones con mentalidades rupestres, sin tomar en cuenta que los estados húmedos, lacustres y silvestres son los talantes requeridos para conservar la vida de unos organismos y criaturas en general, no solo como bestias prostituidas y dominadas.