Lucía: Una princesa de honor en la sala de neumología

 
Related

"Todo aquello que estás buscando, también te está buscando a ti"

El diario de Enrique
238 points

Dia Mundial contra el cáncer de mama

El diario de Enrique
236 points



Most recent

Seguridad con una visión a largo plazo: el enfoque central del Genetec Elevate 23

Tecnologia
12 points

Tecnología inclusiva: conectando a través de la innovación

Familia sana
6 points

Los tatuajes son un grave peligro para nuestra salud

NOTICIAS-ETF
42 points

ENERVANTES Y LEUDANTES DE DEUDAS PUNITIVAS

Octavio Cruz Gonzalez
18 points

Cáncer, salud mental y estrés,preocupaciones de los colombianos en temas de salud

MM
18 points

El impacto de la educación en el empoderamiento de la sociedad

Actualidad
8 points

El PSA y el cáncer de próstata

NOTICIAS-ETF
10 points

Albacete una tierra de contrastes

Viajes y Noticias
10 points

Es mucho más que una palabra

NOTICIAS-ETF
10 points

El pecado de la carne y como abolirlo

NOTICIAS-ETF
14 points
SHARE
TWEET

 Lucía: Una princesa de honor en la sala de neumología


26 septiembre 2023

- Hace solo un rato hablaba con alguien muy querido sobre la importancia de saber sentir todas esas extrañas sensaciones que, a veces, se cuelan en nuestro escenario vital sin que podamos entender por qué. Te vas una mañana a Neumología, en el Hospital de San Juan y/o seguramente, a cualquier otro hospital, y, demasiadas veces, solo sentándote allí, en la sala de espera, observando, te das cuenta de lo agradecida que es la vida y de lo mucho que se puede sentir siendo “un ser menor”.

- Ella estaba allí, sentada, sonriente, con cara de hacerse amigo de cualquiera que se lo propusiera. Me miraba y le correspondí. Hablamos del calor, de las esperas en esas odiosas salas de espera de los hospitales y hasta del día tan magnífico que hacía ahí afuera, si, lo que se nos ofrecía detrás de la ventana.

- Era joven, quizás 25, su madre tendría mi edad, cara curtida por el paso de los años y, sospecho, que por alguna desdicha.

- Ella, la madre, la trataba como si fuera una princesa, no sonreía, pero no hacía más que estar pendiente de cualquier gesto de su niña.

- Le ofrecí el periódico a la madre, pero ni me contestó. Al instante la niña, con esa jovialidad que uno solo cree ver en los jóvenes felices, empezó a hablar de sus sobrinos, de su Manuel, que al parecer era un pretendiente, y, por lo bajo, me contó que su padre había muerto el año pasado de un cáncer de colon y que su madre aún no lo había superado, por eso me rogaba que no le tuviera en cuenta su “careto” (sic).

- Se atrevió a hablar de fútbol y hasta de moda, incluso de las obras que nunca se acaban en la rotonda junto al Tanatorio, pero ella no dejaba de brillar, era un torbellino de fuerza, de vida y de saber estar.

- Al rato la llamaron y su madre, al levantarse, dejó caer una pesada bolsa de viaje sobre la manta que cubría sus piernas en la silla de ruedas y me quedé atónito al ver que la bolsa se hundía hasta el suelo del asiento de la silla aplastando la manta hasta dejarla completamente plana.

- Me quedé sin habla y hasta se me hizo un nudo en la garganta, pero ella me dijo: “Yo soy, Lucía, encantada” y me dio un beso de despedida en la mejilla que nunca olvidaré, ni el beso, ni el momento.

@etarragó



Fuente: etfreixes.blogspot.com
SHARE
TWEET
To comment you must log in with your account or sign up!
Featured content