16 mayo 2023
- Una buena Misa, tras un enorme amanecer y luego una enorme charla junto al mar con mi más querido cura, hombre bueno donde los hubiera o hubiese, me lleva a poder decir que hoy vivo confesado.
- Pero no bastaba con sentirme confesado y (después de una larga despedida con mi hombre de Dios, abrazo incluido), me tuve que ir a sentarme frente al mar, en mi banco, para hablar con Él.
- Me gusta hacerlo y mucho más en estos últimos años, pero especialmente cuando la sensación de que el fuego que culmina la vela tiembla ante un viejo, potente y conocido soplido.
- Me decía noche un viejo amigo (él me llama su hermano), excompañero profesional y buen conocedor de mis "adentros" y yo de los suyos: "¿De qué nos podemos quejar, Enrique?, lo tenemos todo, incluso los males que nos acechan no nos hacen infelices, ni nosotros les dejamos que lo consigan, aprieta los dientes y sigue, ¡¡¡brindemos por ello!!".
- Luego soltó una frase de Cortázar que la he puesto en el Título, nos miramos, sonreímos y ... chinchin. Hoy, ahora, la vida sigue y nosotros con Ella, ¿qué más se puede pedir?
@etarragó
Fuente: etfreixes.blogspot.com