- Anoche, en pleno disfrute de las conferencias de los viernes la nuit, donde la amistad, el copeo fino y algún tango bien representado se pone a tiro de los bailongos que aún pueden estirar su esqueleto, uno de mis compañeros de la noche (un Elchero de Elche, político retirado y, como tal, gran conversador de la nada), me preguntó sobre como veía el futuro inmediato y lo hizo aludiendo a eso que algunos llaman el otro mundo. Mal momento y mal lugar - pensé- para hablar de un asunto en el que nadie puede afirmar poseer la verdad absoluta, pero le contesté como hubiera o habrá hecho él durante toda su vida a los votantes: "Hace ya demasiado tiempo que descubrí que ansiar o adivinar sobre la llegada del futuro, por próximo que pareciera, era un error de novatos … o de ilusos” – Y cuando terminé de decírselo, sin decírselo, me pregunté sobre cuándo y a qué edad, se aprende a valorar el hoy … ¿o es solo un problema de condición, edad y estado saber apreciarlo al margen del calendario de cada cual?
- A la incontestada autopregunta me respondió, sorprendentemente, mi ángel de la guarda sin saberlo cuando, cogiéndome de las manos, me dijo: "No te levantes, hagamos como los jóvenes, vivamos cada momento, cierra los ojos y baila conmigo con la imaginación, Jaime va a poner nuestra canción" (una de las nuestras cuando aún podía yo bailar).
Fuente: etfreixes.blogspot.com