28 febrero 2023
- No es normal que, durante el día, seas capaz de reconocer a cualquier rey o reina, de la noche, donde las sombras, luces indirectas, ropa adecuada, perversos peinados, milagrosos maquillajes y un buen hacer a la hora de adornar el gesto o la figura si hay que dedicarse al rito bailable, las hace irreconocibles, normalmente. Pero hoy me encuentro con Balbina, una de esas bellas del clásico mundo nocturno de mi Ateneo, a la cual he reconocido porque estaba exactamente igual, a pleno sol, que, entre las sombras de la adorable nocturnidad, lo cual, a sus 71, es admirable.
- Más adelante, una vez dedicado al paseo solitario frente a las mansas olas de mi Mar, veo a Marina, esa chica de Alcoy que, a sus 66, practica de modo cuasi profesional el baile en su máxima expresión, ella es bailarina de tango. Al verla en su estado natural, sin el ropaje tanguero, ni sus brillantes adornos en cuerpo y cara, me pareció una bella mujer que me recordaba a otra bella de noche. Su forma de andar en solitario, en total soledad, sus maneras, su pausado andar y su parada frente al suave oleaje de nuestro Mar, frente a él, como en estado de confesión, como si estuviera hablando con las olas, con sus brazos en cruz sobre el pecho ... duró tanto ese bello momento que a mí me dio tiempo a llegar junto a ella para decirle: "Hola Marina. Eres Marina, ¿verdad? ... Bailas con Él, ¿verdad?" - Ella se volvió, clavó sus ojos en los míos, me sonrió, volvió de nuevo su mirada a nuestro Mar y, en tono melancólico, cuasi artístico, dijo ... "Sí, bailo con Él desde que él, mi gran y único amor, murió en el mar... pienso que así, quizás algún día me lo devuelva como era, como fue, como lo amé, nunca sentí tanto, ni tanto amé como lo amé a él". Me armé de valor ... me acerqué, puse mis emocionadas y tímidas manos en sus manos y le di un suave apretón ... ella ni se inmutó, se quedó allí, inmóvil, soltó sus manos de mí y cruzó los brazos sobre su pecho, mirada al siempre bello horizonte marino, y a mí me dio la oportunidad, mientras me alejaba de Marina, de creer en ese amor que vivo y que siempre he tenido, por Ella, por el amor de su alma, de lo especial que puede ser el viejo amor de siempre ... el amor que algunos aún seguimos llamando, el amor eterno.
- A veces pienso que hay alguien que siempre ilumina mi camino, el de todos los que aún seguimos creyendo en algo que nos insuflan al nacer, algo que se nos hace irresistible y que muchos pierden por el camino equivocado... algo que nunca debiéramos perder por muy equivocados caminos que decidiéramos escoger. La vida, tu vida, la de todos, ofrece distintos caminos, lo difícil será saber escoger cual es el bueno o el mejor, pero lo es aún más, cuando te da oportunidad a rectificar y no sabes hacerlo. A mi edad pienso que aceptarlo y acertarlo es todo, o casi todo. La belleza es siempre belleza, no importa el tiempo, ni la edad, ni la condición, ni el espacio en que sepas apreciarla. La belleza es lo más parecido al amor profundo, sereno y eterno.
- Ayer nuestra Ilduara nos dio a conocer una gran frase y lo hizo en uno de mis blogs. La frase decía: "El tiempo nos lleva a la muerte, aunque desconozcamos la última razón". La belleza del amor no oculta razones, por eso y como diría nuestro Ernesto, vivamos cada momento que nos de la vida sin importarnos ni lo vivido, ni lo que nos pueda quedar por vivir.
- Feliz marzo, amigos-e, que ya está aquí, mañana llega, con él os deseo un feliz amor para siempre a todos, incluso más allá de la última razón.
Fuente: etfreixes.blogspot.com