avorecidos por una evolución genética, que se desarrolló a partir de especies despectivas e inclusivas, los seres humanos pretenden reclamar, en su generalidad, unos derechos que no tienen género, ya que se ha degenerado una impresión que se formó después de producir ideas exclusivas alrededor de conocimientos selectivos, por lo mismo no se pueden decretar leyes ni principios naturales que insinúen que existe una razón superior al desarrollo de una partícula biológica, desde la cual después se engendró una particular manera de clasificar la vida.