Al poder observar a un animal macizo y poderoso, como por ejemplo un elefante o rinoceronte, despedazado y sangrante después de haber sido abatido tras el disparo producido por un pobre ser humano muerto de hambre que viene siendo sobornado por opulentos delincuentes, se matiza el escenario en el que se desarrolla una especie miserable y suicida dispuesta a pegarse un tiro en la sien.