- Hoy murió Mariano, uno de mis mejores compañeros profesionales y amigo, que en su tiempo lo fue y que solo la distancia y una falta de comunicación-e apropiada nos alejó o nos dejó sin ella.
- Mariano fue mi confesor en aquellas noches de tremenda reflexión sobre nuestro trabajo diario en un proyecto grandioso, largo, duro y muy complicado con los agravantes de lejanía del hogar, él fue mi soporte moral y profesional, su enorme valor como persona y como profesional consiguió que el proyecto saliera adelante y ahí está, la obra terminada y su puesta en uso en un lugar de admiración notable y todo, seguramente, gracias a él que supo cómo consolarme, animarme y aconsejarme.
- Mariano, amigo, espérame en ese bar que hay en la curva que va subiendo al cielo, ese que está antes del Purgatorio por si me tengo que volver, no te marches, espérame.