La Granja de San Ildefonso era la residencia estival y de caza de la monarquía española, construido por encargo de Felipe V en 1721. Situada a 1 km de Segovia y al pie de la ladera norte de la sierra de Guadarrama.
El motín de la Granja fue un pronunciamiento de los sargentos de guarnición en el Real Sitio de la Granja, el 12 de agosto de 1836, que obligó a la reina gobernadora María Cristina a revocar el Estatuto Real de 1834 y reinstaurar provisionalmente la Constitución de Cádiz de 1812.
El viraje conservador dado por el Gobierno, con el nombramiento del moderado Istúriz para la presidencia y el anuncio de la disolución de la Milicia Nacional, produjo la alarma entre los sectores radicales y dio origen a numerosos pronunciamientos: Málaga, Zaragoza, Valencia, Barcelona.
Los soldados de guarnición en la Granja, sensibles a la propaganda radical que pedía el restablecimiento de la Constitución de 1812, se sublevaron a su vez en su defensa.
En la madrugada del día 13 de agosto, la reina gobernadora firmó un decreto por el que mandaba publicar la Constitución de 1812 entre tanto se convocasen Cortes Constituyentes.
El día siguiente fue jurada la Constitución y dimitió el Gobierno Isturiz.
La reina encargó la formación de nuevo Gobierno a Calatrava, quien nombró para el ministerio de Hacienda a Mendizábal.
El motín de la Granja constituye el único caso en el que una rebelión de suboficiales se saldó con éxito, en todo el curso de la historia de España.