El inventor de la bañera de burbujas e hidromasaje fue el mecánico Candido Jacuzzi, benjamín de una familia italiana que se instaló en Berkeley (California) a principios del siglo XX.
Junto a sus seis hermanos fundó la Jacuzzi Brothers, empresa especializada en hélices de avión y bombas hidráulicas.
En 1942, el hijo de Candido contrajo artritis reumatoide y tuvo que ser sometido a hidroterapia. Para calmar sus dolores entre sesiones, el mecánico tuvo la ocurrencia de conectar una bomba de agua en la bañera de casa. Así nació el jacuzzi.
El primer modelo, el J300, empezó a usarse en hospitales y centros de rehabilitación.
En 1968, Roy Jacuzzi, uno de los sobrinos, vio el potencial comercial de este invento y le dio su forma definitiva, con boquillas integradas en la misma arquitectura de la bañera, a la que llamaron Roman Bath, en homenaje a la cultura termal de los antiguos romanos.
El producto proporcionó a la compañía un gran éxito y el nombre de los hermanos Jacuzzi prontó empezó a ser conocido en todo el mundo.
En 1970, después de 60 años, regresaron a Italia, justamente al pueblo de Valvasone, desde el que habían partido. A pocos pasos de su casa natal fundan la primera planta europea para la producción de bañeras de hidromasaje, hoy centro de la red global que es Jacuzzi Brands Corporation.