23 julio 2022
- Sentado en mi banco frente al mar vi a un chaval de unos nueve años, algo desgarbado y con aspecto de distraído, intentando dar de comer a las gaviotas, estaba ahí, en la misma orilla del mar.
- Era casi de madrugada, aún no había mucha gente en la playa. Parecía una excursión escolar en pie de guerra y algunos de ellos, detrás mío jugaban al fútbol playa o parecido, pues parecía la invasión de los bárbaros en versión infantil, pero de pronto se pararon y se pusieron a reír mientras decían, voz en grito, Pascual, Pascualet … ¿Pican las gaviotas?
- El Pascualet no les hacía ni caso, pero ellos seguían riendo y riendo. Un hombre. con aspecto de ser el que manejaba los hilos de aquellos chiquillos, al ver que me levantaba con cara de querer intervenir en la cruel fiesta de los diminutos invasores, me dijo: "No se preocupe, no pasa nada, es que Pascual es un poco diferente … usted ya sabe …".
- Yo, seguramente con cara de enfadado y viejo profesor le contesté: ¿Está usted seguro de que él es el diferente?
Fuente: etarragof.blogspot.com