23 mayo 2022
– Esta mañana, como no, tuve que acercarme a mi Hospital favorito para una visita de rutina que luego se convierten en otras tantas y varias, para ir haciendo pruebas.
– Los hospitales, privados y públicos, están abarrotados de gente que busca remedios a sus males y los empleados de la salud hacen lo que pueden para atenderlos a todos y a tiempo.
– Lo que no resulta explicable, lo cual es ya endémico en las salas de espera de las consultas de los médicos y sanitarios en general, es el maltrato al que someten a los sufridos pacientes con las demoras en las citas. Media hora, una hora, hasta dos horas, es muy cruel y no es ni una, ni dos veces las que se producen estas demoras, es siempre.
– Luego, tras tres horas en mi querido Hospital para una simple visita de quince minutos, he conseguido volver al mundo real … en la puerta, junto al coche, mi deshidratada y esbelta, amor de toda la vida, preguntándome en tono cariñoso: Qu’est-ce qui s’est passé?
– Vivimos momentos difíciles para el cuidado de la salud de quienes estábamos acostumbrados a tenerlo todo sin hacer grandes esfuerzos, pero ahora la pandemia de la covid y la que viene, nos ha puesto a todos con los pies en el suelo, sí, el mantenimiento de los sistemas de la salud del mundo y el de la investigación, se han abandonado en favor de otros intereses y que coinciden con los de carácter político y/u oligárquico.
– Viendo el estado de la cruel situación internacional en las que las guerras, pandemias, nuevos y amenazantes virus, inflación, el precio de la energía y alguna cosa más de tipo moral que a nadie interesa, me acordé de aquella frase de Sócrates que nunca olvido: “El mayor de todos los misterios es el hombre”.
Fuente: enriquetarragofreixes.wordpress.com