– Levantarme temprano no quiere decir ni que sea un trabajador recalcitrante, ni un enamorado de la noche, ni de que me hubiera dado un ataque de dadaísmo para poder admirar, a traición, la belleza de un amanecer frente al mar. Fue, simplemente un deseo… «paseamos por la Playa, cariño, a esta hora no habrá nadie».
– Con un frío irracional que los años han convertido en algo cada vez menos soportable, nos abrazamos … sí, y así estuvimos más de un minuto, quizás dos, o muchos más, como si estuviéramos felizmente vivos, danzando al ritmo del viento, envueltos en la niebla invisible de la eternidad, como si el mundo se hubiera parado …
– Qué bello es poder vivir, poder sentir, poder admirar, poder querer … amar.
– Quiéreme como si el mundo acabara, quiéreme, si es posible, sin piedad…