Los asesinos y mentirosos no se hacen, nacen crecen y se reproducen naturalmente,
eniendo todos entre nuestros genes potencialidades escindidas y escondidas,
que pueden de manera imprevista ser activadas y reproducidas,
ya sea por factores psicológicos o ambientales,
concitando actos de violencia supuestamente desconocidos entre nuestra existencia,
pero que están presentes en todos, con una simple diferencia,
en unos son acciones de rudeza contra otros y en el resto se concentran interiormente,
permitiendo que nos violen física o mentalmente sin ofrecer oposición,
de allí se da que pueblos enteros sean guiados dócilmente hacia el sometimiento general,
al constreñimiento, al paredón de fusilamiento, hacia campos de concentración,
al exterminio de seres y hasta comer del muerto.