Conozco desde niño al politólogo de la Universidad Javeriana Camilo Ernesto Villota Pantoja. Desde siempre se caracterizó por sus posiciones irreverentes ante las inequidades económicas y sociales en nuestro país y latinoamerica.
Heredero espiritual de dos grandes líderes de la humanidad como CAMILO TORRES y ERNESTO GUEVARA de quienes recibe como una premonición política sus nombres y sus ideas.
Y como ellos, dueño de una independencia y autonomía poco común en la juventud de nuestros días. Desde temprana edad, prácticamente un niño, decide viajar a la capital de la república en su intención de alcanzar una preparación académica que le permita conocer desde las aulas universitarias las técnicas de estudio y la comprensión de nuestros condicionamientos políticos, sociales y económicos. Su gran preparación le abre las puertas de las grandes universidades y con denodado esfuerzo cursa y termina con grandes reconocimientos su carrera como POLITÓLOGO. Su tesis es DESTACADA y sus postulados aceptados como una contribución al pensamiento científico.
Sus inquietudes académicas e intelectuales no terminan ahí. Son apenas el comienzo de un recorrido promisorio. Obtiene una BECA que le permite y facilita seguir estudios de MAESTRIA en Estudios Políticos Latinoamericanos en la UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, inicia así el recorrido por la aproximación de la realidad de Latinoamerica y sus procesos históricos.
CAMILO ERNESTO no se amilana ante nada, sortea valientemente las dificultades que se cruzan en su camino y otea henchido de fortaleza los senderos de sus inquietudes existenciales y académicas. Es un pensador nato que está llamado a ocupar cargos de liderazgo y comprimiso ciudadano.
Hoy se encuentra en plena campaña política y electoral en procura de incidir en las generaciones de colombianos que miran y contemplan el acontecer de nuestra patria desde márgenes distantes y desiguales. Su palabra empieza a labrar las voluntades de esos jóvenes inconformes con el discurrir político y economico que los condena a una existencia en condiciones desiguales y sin oportunidades.
CAMILO ERNESTO es una promesa hecha realidad, la tea encendida de la juventud ansiosa de aprender para entregarse sin reserva alguna al servicio de los suyos, de su gente, de su patria, de su generación y de su patria.
Su juventud es una cantera inagotable de deseos y parabienes, un convencido de que la RENOVACIÓN GENERACIONAL es el motor detonante de los cambios que requiere Colombia para hacer de los jóvenes un campo sembrado de esperanzas y de esa fe que se resiste a morir asfixiada entre la cizaña de unos dirigentes empeñados en derruir los sueños juveniles.
Se levanta una voz, se siembra una promesa en el suelo fértil de un NARIÑENSE convencido que el estudio y la preparación son esos ingredientes necesarios para transformar el país.
El PDA tiene en él a una figura joven con todos los ingredientes requeridos para orientar su derrotero de compromido y transformación social.