Sobre la cima del Aconcagua, esto fue más de cinco siglos atrás,
esapareció la perspectiva de un continente diferente,
lleno de aborígenes referentes, tras un natural repoblamiento,
ya que desde entonces priman unos primates,
privilegiados que llegaron buscando imponer otra visión
sobre el mundo allí construido, y a su paso destrozándolo,
derritiendo los nevados genéricos,
los cuales sucumbieron al asalto de sus cumbres tribales,
tras borrascosas ideas intelectuales, ideales para fieras mentales,
dispuestas a festejar impulsos genéticos, sobre aquellos, de esperpentos morales,
inoculación que desde que se impusieron, a sangre y fuego, aún perdura.