Realmente la humanidad no deja de dar tumbos, todos los días tras cada caída,
evolcándose en el fango de la inmoralidad y éticamente lacerándose,
mientras construye un enclenque andamiaje, al cual considera sólido,
por más que las evidencian diarias den indicios de problemas estructurales,
la mayoría de índole natural, ecológicos, ambientales, otros son filosóficos, solidarios,
psicológicos, sociales y hasta emocionales, manteniendo viva una ilusoria expectativa,
siendo esta un espejismo, en cuanto en él se refleja un engaño intelectual,
promovido por personas enseñadas a falsear la realidad a través de sus mentiras.