10 octubre 2021
Ay, hoy es el día que se hace ese justo homenaje a los mayores, al abuelo; se les pone en el sillón junto al fuego y digan lo que digan se le contesta siempre ... "que bien estamos, abuelo", aunque él haya dicho ... "tengo mucha pena, hijo, la próstata me está matando"; es ese día en que le dejan probar un poquito el vino ese que él mismo guardó en su bodega para cuando fuera mayor y que ellos decidieron guardar bajo llave pues hay botellas que valen, ya, un pastón; es ese día en que le dejan coger al más bebé de sus nietos pues piensan que él ya no siente ni sus humedades, ni sus lloros de hambre preinfantil; es ese día en que el abuelo no puede ver su telediario, ni sus documentales de la 2 o del Canal Historia, ni sabe dónde coño está en todo el día el mando de la tv; es ese día en que todos hablan entre ellos de los pecados de los demás, siempre ojeando el móvil para ver si el amigo de sus chats dice algo importante como que "Mañana el sol saldrá si todos somos ceremoniosos con nuestros semejantes", por ejemplo, aunque debieran entender que ni siquiera la mediocridad merece esos segundos de atención; es ese día en que los abuelos, todos los queridos abuelos del mundo, se sienten queridos, admirados, contemplados y renombrados cómo seres ejemplarizantes de un mundo que ha perdido su naturaleza ... y su naturalidad.
Me encantan los domingos, representan tanto en mi vida que ... desearía que siempre lo fueran como los veo ... los vi o los quisiera ver.
Fuente: etarragof.blogspot.com