10 septiembre 2021
Me encontré a Luis, si, el de Elda, Informático primero y luego Promotor Inmobiliario de toda la vida y que ahora, al parecer, vive en Madrid. Mas azul que el mismo Aznar, se pasó a las fuerzas de uno de los grandes partidos, hace un mes, y aunque no va en lista alguna, pues su pasado no pasaría ni un Sálvame de Luxe, ni nada parecido pues siete esposas, o similares, 4 hijos y, según me dice, dos nietos, darían para mucho. Según me dice, todos viven con él, en un chalet en el campo de Elx, bueno, todos no, sus mujeres no, ni siquiera la última, todas lo dejaron por golfo, pero él vive ahora, entre semana, en un hotel de Madrid dada su curiosa labor actual de gestión política, captando información venenosa.
- “Enrique, yo las capto, me entero, saco informes, pruebas, testigos, a todos les pago por ello y se las paso al jefe de Campaña, ahora, pero se utilizan en el momento adecuado, ya sabes, se filtra a la prensa amiga cuando conviene” – Cuenta, cuenta, le digo, una vez me he sentado y he echado el cuerpo atrás sobre el respaldo de la silla.
- “Me pagan bien, ¿sabes?, hay que ir con mucha mala leche por ahí, pero es hasta divertido. Ay si te contara, Enrique, cuanta mierda hay por todas partes y, ah, no te puedes imaginar lo que aún no se sabe y que, si no hace falta extorsionar a nadie, quizás nunca se sepa. Mira hay gente que está desaparecida porque a la que asomen la cabeza por la ventana de la política, zas, le echan mierda al ventilador y … como lo saben y los tienen acojonados, pues ahí están, quietecitos y en su casa. Así es este negocio, Enrique”
– Pero, que me dices, no acabo de creérmelo, Luis, le digo con cara de aquél que le acaban de comunicar que el Espanyol, mi RCD Espanyol, ha bajado a segunda o lo ha eliminado el Barça de la Copa del rey.
– “Mira, Enrique, tú ya sabes que siempre me ha gustado mi trabajo y soy el mejor, por eso, ahora que te veo ahí con tu Note 20 ultra en la mano, te digo que vayas con cuidado, que la vida digital es muy bonita y muy práctica, pero también es muy poco íntima. Mira, la mitad de las mierdas que obtenemos se la sacamos a los pasmados a través de su vida digital, llámese el teléfono casero, el móvil y, desde luego, todo lo que escriban en mensajes-e, correos-e y en internet. Todo eso está, para nosotros, como en una pizarra, no tenemos nada más que copiar, grabar y montar”
Yo, al despedirme de Luis, he quitado la geolocalización de todos mis “digitales”, no sé, por si acaso.
Nota: Esta historia y su personaje, por muy real que parezca, es inventada y quien me la contó jurará que es un cuento de verano y yo haré lo mismo.
Fuente: etfreixes.wixsite.com