03 septiembre 2021
- Cuando nos lanzamos hacia las barras de la escalera de nuestro destino, nunca imaginamos lo que nos espera, pero siempre anhelamos algo que siendo, felizmente, indeterminado, sea único y vibrante.
- Cuando asomamos la cabeza en lo que antes llamábamos futuro, te das cuenta, que el destino no es que sea cruel, perverso u obsceno, no, nada de eso, te dice que el futuro no existe, solo es el que te imaginas.
- Perversamente, lo demás, digan lo que digan los expertos en sociología caníbal, no sería vida, solo una insoportable rutina en la que no valdría la pena ser un infiel virtual, cortesano ocasional, cervecero recalcitrante, fotógrafo de cualquier ladrillo viejo, gran amante de la bohemia nocturna, perverso piropeador de almas irresistibles, hermano de la oscura sexualidad, adorador de excéntricos bailongos de salón, experto en tiempos muertos imposibles, gran observador de la miseria social, fiel y amante, esposo o adorador empedernido de las misas del verano y de los desfiles de todos los Pasos de las Procesiones cuando bajan por nuestra animada Rambla de cualquiera de nuestros pueblos.
- La vida, sin todo eso, no sería vida, solo rutina y el destino ... un ingrato de los de "paqué" por el ... ¿"paqué"?
Fuente: etarragof.blogspot.com