05 junio 2021
-En este, mi más antiguo y querido Blog, es donde mi termómetro de las emociones internas mejor refleja mi estado más vital, real y, no obstante, oculto.
-No son contradicciones ni ganas de crear algún oxímoron sobre mis tentaciones, que también, son solo ganas de debatir con mi otro yo cual es mi mundo.
-Solo necesito encontrar calor humano cercano para dejar ver lo que siente aquella alma que se quiere acercar a contarme alguna indecencia, algún motivo para pedir clemencia a Dios, o como se puede vivir bien sin pedir perdón por ello.
-Esta pandemia que nos asola el pensamiento y enardece o mata, nuestras ganas de vivir, nos ha hecho y sigue haciendo, un gran favor: Nos ha enseñado a valorar todo aquello que teníamos antes de que ella llegara, pero hay una pregunta que no sé contestarme: ¿Seremos capaces de acordarnos de esta enseñanza o seguiremos amando todo aquello que no poseemos por encima de cualquier otra condición?
-A ratos me siento cansado, a veces muy viejo, agotado, en otras decepcionado al ver que aquellos ideales tan puros que sustentaban nuestras ansias de libertad y de vida en nuestra juventud, se ha convertido en una encarnizada lucha por un “like” o por una larga noche de copas, como principal motivo de vida para una gran parte de nuestra decepcionada juventud actual.
-Pero hoy levanto mi voz para unirme al grupo de los que aún creemos que lo mejor está por venir y lo predicaremos donde nadie suele escucharnos, como siempre, o en aquellos foros en los que ya se te considera un pobre, romántico, loco y algo estúpido resto de una humanidad que ya no existe, que la lealtad y el idealismo ha muerto y que solo el hoy es digno de ser vivido.
-Abuelo: ¡Cuéntame otra vez…!
Fuente: etfreixes.blogspot.com