15 mayo 2021
- Juanito es un joven veterano, jubilado de banca, fiel empleado de ventanilla que nunca dio un problema a nadie, ni nunca nadie le odió, ni le quiso lo suficiente para darle cien hijos como el hubiese querido.
- Su vida fue monótona, gris y poco divertida. Nunca se emborrachó, nunca entró en un bar de putas, ni de esos de mala nota y, ah, nunca guardia alguno pudo ponerle una simple multa por lo que fuere.
- Juan, ahora, se pasa largas horas en el bar de La Huerta sorbiendo un frío café sin azúcar, como no, mientras habla y habla de lo importante que él llego a ser en su Banco y de que los muchos directores que pasaron por las oficinas donde estuvo nunca hubieran sido nada sin su ayuda.
- El singular cura de La Huerta, mientras aspiraba su copa de anís celestial, (como él le llama al transparente líquido), se me arrima al oído bueno y me susurra: "Ya ves, Enrique, lo más importante para un jubilado no es haber sido grande, no, lo importante es creer haberlo sido y contarlo. Eso ayuda a sobrevivir".
- Cuando se habla de maneras de sobrevivir, cada día me sorprende más lo que el camino me depara y me regala.
Fuente: etfreixes.blogspot.com