04 mayo 2021
Antes, en mi etapa profesional más boyante lo hacía y bien, cinco al día, contando para ello con las largas noches de vida laboral muy productiva y desproporcionadamente intensa. Estoy hablando de tabaco y de paquetes de Marlboro, cinco al día. Ahora llevo veintiún años sin fumar y su olor hasta me molesta. Lo mejor y de lo cual me enorgullezco, (si de eso puede uno vanagloriarse), es que lo dejé un buen 31 de agosto de 2001 y sin más ayuda que la de mi propia decisión. Nadie se explica, aún hoy, como pude hacerlo aunque yo tenga mi propia opinión de como lo conseguí y que seguramente de ello se desprendería una única razón, cual es la del sentimiento más profundo hacia la persona de tu vida.
Dejé de fumar pero me quedé con las consecuencias ... ahora un EPOC condiciona y limita el tiempo que me queda... no es que me arrepienta de haber fumado tanto, no, solo lo lamento y con ello la condena hacia una Sociedad que se rinde ante los Intereses Comerciales de las multinacionales del tabaco, (como lo hace ante tantas otras), por no saberse imponer a la masacre sanitaria que ello representa.
Mi consejo ... "Sí no puedes dejarlo, fuma menos y si quieres aprender más sobre la conveniencia de dejarlo o no dejarlo, pásate por la sala de espera de Neumología, Cardiología o Digestivo, de cualquier Hospital de tu zona... allí se aprende a vivir y a conocer las consecuencias de hacerlo sin freno".
Ah, la parte positiva del amanecer de hoy ... "Me veré con mis amigos de la sala de espera y con el personal sanitario de Cardiología. Hoy nuevas lecciones de vida, sí, dentro y fuera de la consulta".
Fuente: etarragof.blogspot.com