También en las noches más oscuras siempre brilla el sol,
como igualmente ocurre en los días más luminosos con la luna,
así que deberíamos entender que la percepción individual
jamás será la base de ninguna realidad,
puesto que la única verdad se encuentra cimentada en la fuente natural,
lo que nos tendría que obligar a dejar de lado los supuestos conceptos personales,
entregándole a nuestras vidas criterios más reales.
Desgraciadamente somos seres volubles, moldeables y manipulables,
indiferentes a todas las señales naturales,
a la par que somos seres sumisos, mentalmente enfermizos y manejables,
creyéndoles ingenuamente a quienes nos venden todo tipo de paisajes,
a través de mensajes absurdos, falsos y variables,
en cuanto que en ellos nos pintan fantasiosos horizontes y futuros,
que siempre terminan siendo simples espejismos,
mientras que al mismo tiempo seguimos aplastando, violentando
y destrozando al único planeta que tenemos,
percibiendo claramente que no estamos persiguiendo, como especie,
ninguna meta que nos meta en la cabeza la única verdad que existe.