Fotografía: McSorley's, es el salón "irlandés" más antiguo de la ciudad de Nueva York
23 marzo 2021
- La fiesta era madrugadora, (sobre las ocho de la madrugada) y hasta algo obscena pues hasta Julián que no toma ni agua, se había liado con la Loli a bailarse una especie de Chotis sui generis, tras meterse en ese cuerpo serrano que luce, un par de chupitos de Cantueso y eso, sí, eso es muy duro de ver sin que te de un ataque de risa tonta o de lloreo plañidero.
- Celebraban que Luis, (el Rey de la jota manchega), se había librado de ser incapacitado legal tras un largo procedimiento judicial al que le sometieron sus queridos hijos. Aclaro para los menos versados que Luis tiene pasta, ($), por un tubo, que es viudo y que se está gastando la herencia de sus hijos a "totrapo". Dice que él se lo ha ganado y que con su dinero hace lo que le da la gana ... "paesomeloecurrao" - dice, mientras lo cuenta al ritmo de la última de ANACAONA, que nos ha puesto a todo volumen la minifaldera chica de la cofia de nombre impronunciable, mientras servía anises y tes verdes con Marie Brizard al estilo pueblo, como si fuera el maná. Ah, a todos menos al que no llevara puesta la mascarilla, que estuviera sentado en eso de sitio sí, sitio no y, más ah, con las manos quietas.
Los viejos, (mis viejitos amigos), suspiran, no sólo por un agradecido reconocimiento a una vida de lucha, pasión, tortura, labor inacabable y hasta esclavizada, esfuerzo, penurias, desencantos, hartazgos y todo por sentir una fe ciega para obtener un mundo mejor para nuestros Descendientes incluso contra su más que probable falta de reconocimiento. Ellos suspiran, también, en que se les deje tener una digna tercera o cuarta edad, y que la muerte les llegue en una no menos deseada condición lejos del Olvido, el Egoísmo o la Vulgaridad del humano Pragmatismo vigente donde los sentimientos pasaron a mejor vida por culpa del ego manifiesto de los que vienen junto a su inexplicable culto al cuerpo por encima de cualquier otro deseo o anhelo.
Ay, "deu meu", (como decía siempre mi abuela Rosa), la mañana, siendo buena ... sucedió, sí, la nota aún más alegre del día la dio nuestro Antoine, (ese chico golferas del Languedoc), cuando dijo, bajándose la mascarilla: "Amen, (de amar), a todo el mundo, no se dejen llevar por las circunstancias que su penosa vida pueda ofrecerles, denle asiento a la vida propia, al amor sincero, al que les ofrezca un futuro esperanzador, al que valorice y realce su identidad ... "¡¡¡Veux juste qui le mérite, s'il vous plaît !!!" - (lo que ustedes se merecen) - ... entonces se acercó a la expectante Loli y bajándole la mascarilla de un tirón, le dio un besazo en todos los enrojecidos morrudos de nuestra diva y le dijo en voz alta y clara, un entendible: "Je t'aime, tu es l'amour de ma vie" ... y ahí se armó la "marimorena" ... abrazos, cantos regionales, intercambio de pastillas para la tensión y tubos de publicidad de Corega, (que regala la lindísima farmacéutica de la Playa), promesas de ser mejor que somos, que no debiéramos morir nunca ... cosas así, cosas de viejitos, pero eso sí, todo al ritmo del "La negra tiene un tumbao" que hizo que todos dieran lo mejor de sí mismos ... toda una fiesta ... hasta la misma Leonor se puso a bailar con la chica de la cofia ese arrebatador baile de culeo constante. Un espectáculo digno de ver ... de vivir. La vida es bella ... si le sigues la marcha, la suya.
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Fuente: etarragof.blogspot.com
