........... Este es el traje especial que me recomendó mi neumóloga para salir a la calle
13 enero 2021
– Apenas te levantas te advierten por las emisoras que aún dan noticias normales, de que como salgas a la calle te vas a morir de algo pues hace un frío de pelotas: 0º C a las siete de la mañana en La La Alberca murciana.
– Sigo con la Radio y los de la Política del poder siempre creciente anuncian, cuasi con lágrimas en los ojos, que ya van a resolver los males del pueblo inundando de vacunas que nunca llegan, para eliminar el coronavirus antes del verano; que van a mandar con brazo firme porque el pueblo que es soberano, cuando ellos ganan, claro, (sea el partido que sea), les ha dado el poder para ello y que por tanto ningún partido de perdedores debe ser practicante de oposición democrática alguna pues eso es bloqueo, y que por tanto todos los problemas creados por los gobiernos anteriores se van a resolver ahora con diálogo social, desjudicialización de los actos de los progres de la cosa regional madrileña y murciana, (preferentemente pues son de los del partido de la otra orilla), y muchas ayudas a los más necesitados para lo cual, como ya sabemos todos, ya se han creado veintidós ministerios para ello, (cuasi más que nunca en número y en cargos), sí, para estar más cerca de los problemas de la gente, consiguiendo con ello eludir el paro de un prolongado montón de compañeros de partido que andaban buscando cargo y sueldo desde hace años y que ahora con la pandemia, seguro los colocamos en cualquier rincón con un sueldo pequeño, es decir, algo menos de 100.000 €/año pues si es más se nota.
– La Compañía del gas Murciana, EDP, (una de ellas), como no estaba en casa, tras largo tiempo de confinamiento, multiplica por dieciséis nuestro consumo normal de gas a la hora de estimarla. ¿De dónde coño sacarán a los responsables de tal estimación esa tan Santa Compañía?
– Marchando a 120 km/h, (que, por cierto, es lo máximo permitido), en la autopista de la Murcia querida que la une con mi también querida Playa San Juan, salvando controles perimetrales por mi condición de hospitalizado, y no pudiendo yo conducir mi coche por encima de un camión, que intentaba adelantar en plena cuesta a otro camión, un fanático de la velocidad que viene tras de mi como tigre sobre oveja, empieza a encenderme las luces de su coche para que, seguramente, me apartara. Hice como si no lo hubiera visto para que mi HTA se mantuviera en parámetros fuera de la defunción espontánea por una subida. Insistió y cuando, finalmente, pudo adelantarme a unos 160 km/h, parecía con sus gestos que me estaba mandando al calor del infierno y en sus labios, mi copiloto observó unas pocas cariñosas frases como de … “viejo de mierda apártate y otras de HP para arriba”.
– Una vez en la Playa voy a comprar el pan y, zas, “ya no hay pan integral, Enrique. Otro día me llamas y te lo guardo”.
– Luego me voy a Consum de Vicente Ramos y me cuentan que ya no van hacer ni ofrecer, nunca más los cruasanes integrales y que si quiero protestar o averiguar el qué, que mande un correo-e a la Dirección de Consum a través de la web. Fotre, antes esas cosas se contaban al dueño de la tienda y punto.
– Me acerco al Centro Comercial de Fontana para usar el aseo para rebajar la tensión de mi próstata y… ¡¡¡noooooo!!! estaba averiado. Salí y, (psssssss), me lo hice en la primera palmera que encontré.
– Me fui a la Misa de la Iglesia de La Playa y solo quedaban cuatro beatas y un observador setentón, rezando, todos juntos y juntas, cualquier rosario, pero de memoria, sin mascarilla pero rezando a Dios. Eso, seguramente, les salva del contagio del dichoso coronavirus – pensarán ellos y ellas. Ni siquiera pude confesarme, el Párroco estaba en Benidorm de “Congreso Pontifical”.
– Al llegar al garaje de casa noté como un X1 negro se pegaba a mi culo, (al del coche), y me siguió hasta mi mismo aparcamiento, aparcando enfrente donde siempre aparca Higinio y si furgoneta azul ¿¿?? Me empecé a acongojar. Esperé un minuto o quizás dos, a que saliera el del X1 y no salía. Finalmente, echándole huevos, me bajé del coche, cogí la bolsa con la compra, me metí en mi escalera y hasta que el ascensor no me abrió los brazos no quedé tranquilo.
– Luego, cuando ya sentado en mi sofá, pensé en el macabro individuo del X1, se me ocurrió imaginar que esa persecución del hombre del coche negro, no era más que la de algún periodista que, equivocadamente, me confundió con algún político de peso o algún famoso de los DeLuxe Tv, para ver si estaba generando alguna infidelidad … acabé sonriendo… ¡¡¡Por fin!!!
– Como diría mi querido amigo y excompañero, el Villarino: “¡¡¡Vaya día de la hostia!!!” Si lo sé no lo compro.
Fuente: etfreixes.blogspot.com
