03 enero 2021
-Llevo varios días, quizás semanas, que me cuesta encontrar algún motivo para escribir, para describir lo que vivo y para notar ese calor que produce hacerlo.
-¿Dónde quedó la inocencia? ¿Cuándo la perdimos? ¿Cuándo y cuánto, necesitamos ser amados para amar?
-¿Es necesario tener que oír todos los días ese grito generalizado, callado y subliminal que se oye en todos los medios de comunicación? …
¡¡¡Vais a morir todos, el virus y vuestra necedad lo hace imparable!!!
-Muchas preguntas sin respuesta y un sudor frío empieza humedecer mi cuello y mi pecho.
-Como siempre desperté a tiempo y alguien, desde el único otro lado de mi cama y de mi vida, supo contarme algo al oído que me hizo sentirme vivo, por fin. Me susurraba esa vieja canción de Hervé Vilard, Mourir ou vivre … y nos pusimos a cantar:
Faut-il mourir ou vivre
Quand on a du chagrin
Faut-il mourir ou vivre
Je ne sais plus très bien
Répond moi je veux vivre
D’avoir auprès de moi
Faut-il mourir ou vivre
Pour que l’amour ne nous quitte pas
Fuente: etfreixes.blogspot.com